Mexicali (México), 13 ago (EFE).- Bajo la ciudad de Mexicali, en la frontera entre México y Estados Unidos, se esconde “La Chinesca”, un misterioso barrio chino subterráneo de más de 100 años que ahora resurge por el interés de empresarios, especialistas y autoridades.
Las construcciones subterráneas del lugar, ubicado a menos de un kilómetro del puerto fronterizo de Calexico, resguardan varios mitos y leyendas, pero sobre todo parte del pasado asiático y su dinámica en la localidad, expone a Efe este sábado Arturo Villaseñor Valladolid, experto y guía de la zona.
La historia comenzó en 1900, cuando llegaron migrantes chinos procedentes de Cantón para trabajar en las tierras de cultivo de la empresa estadounidense Colorado River Land Company en el Valle de Mexicali, según el experto.
La compañía arrendaba tierras en México, de ahí que llegaran a Baja California, pero después de concluir su trabajo en el río Colorado se asentaron en este barrio, donde construyeron una pequeña ciudad subterránea con hospitales, casinos con fumaderos de opio, dormitorios y un templo para seguir con sus tradiciones.
El experto comenta que, si bien, la población china buscaba su propia autonomía de la población mexicana, los subterráneos, con un diámetro de 1.800 metros cuadrados cada uno, “fueron construidos para resguardarse de las altas temperaturas de la ciudad, que oscilan entre los 40 y 48 grados centígrados”.
En uno de los túneles, al que Efe tuvo acceso, se observa que una de las cámaras estaba dedicada a los signos zodiacales.
Además hay espacios tradicionales como el lavado de tumbas (altar de muertos), un dormitorio, un casino, un área dedicada a su relación con las artes marciales y una sala de rezo a Buda.
RENOVACIÓN DE LA CHINESCA
La comunidad original de “La Chinesca” se mantuvo presente hasta la década de 1970, cuando las inundaciones y la baja en las ventas de los comercios los obligó a buscar nuevos espacios.
Sin embargo, ahora asociaciones chinas locales y autoridades del estado buscan preservar el arte y la cultura a través de festivales, clubs de caligrafía y clases de su idioma natal.
Tras estar varios años abandonada y en condiciones inhabitables, propietarios de edificios y comenzaron a remodelar “La Chinesca”.
A partir de ello, proliferan nuevos negocios e incluso un museo, llamado Wok, dedicado a la comida china, donde se expone parte de la tradición culinaria de esta comunidad.
Mexicali es la ciudad mexicana donde habita mayor comunidad migrante de origen chino y donde la comida cantonesa es también gastronomía típica, ya que registros oficiales documentan más de 320 restaurantes de comida china, un atractivo especial de la localidad.
LEY SECA PROLIFERA LA CHINESCA
Durante el periodo de 1920 a 1933, cuando se decreta la Ley Seca en Estados Unidos, en la frontera mexicana proliferan casinos y clubes nocturnos que sirvieron como atractivo para la comunidad estadounidense que pasaba a México para buscar diversión, una dinámica que se replicó en “La Chinesca”.
De acuerdo con el experto, era común ver en la ciudad y en este barrio a figuras del espectáculo como Charles Chaplin y Rodolfo Valentino, pero también a personajes como Al Capone, quien frecuentaba el bar El Tecolote, lo que creó el mito de que a través de los subterráneos de “La Chinesca” traficaba alcohol a Estados Unidos.
“En Mexicali (Al Capone) era tratado como un inversionista, con prestanombres, eso dice la historia, pero con varios giros a lo largo de la frontera que se fueron desarrollando”, dice.
Villaseñor Valladolid relata que durante esos años de la prohibición asesinaron a Rafael Maffey, líder de la mafia del opio, lo que desencadenó una disputa en “La Chinesca” y el primer gran incendio en la zona porque se pensaba que el responsable era Al Capone, quien resguardaba sus lotes de vino en la zona.
El suceso se silenció en los medios de comunicación de entonces, pero ello propicio una serie de conflictos que arreciaron en 1927, cuando disputas entre organizaciones clandestinas derivaron en el movimiento racista antichinos que desencadenó una persecución étnica en la década de 1930.
Pero ahora la población de origen chino goza de identidad y recibe respeto como parte fundamental de Mexicali, donde es “una comunidad respetada que incide en la sociedad”.