Washington, 17 jul (EFE).- La Casa Blanca explicó este jueves que continúan las conversaciones con la Unión Europea (UE) sobre aranceles, pero insistió en que no se extenderá el plazo, que se cumple el 1 de agosto, dado por el presidente Donald Trump para comenzar a gravar en EE.UU. los bienes europeos con tasas del 30 %.

“La UE sigue muy interesada en negociar con nuestro país, por razones obvias, sobre cómo reducir sus barreras arancelarias y no arancelarias, las cuales, según hemos dicho desde hace tiempo, perjudican a nuestros trabajadores y empresas. Con lo cual, el equipo comercial del presidente sigue en conversaciones con representantes europeos”, explicó en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Al ser preguntada sobre si Trump, que ya extendió el plazo para implementar aranceles a la UE del 9 de julio al 1 de agosto, propondría otro aplazamiento, Leavitt subrayó que “ya ha dicho que no lo hará”.
El asesor de Comercio y Manufactura de Trump, Peter Navarro, subrayó en una entrevista en la cadena Fox News que Europa y China “se han aprovechado” de Estados Unidos con prácticas comerciales “injustas” a las que la nueva política arancelaria pone freno.
Navarro aprovechó para desmentir que los aranceles perjudiquen económicamente a EE.UU.: “En seis meses hemos recabado 100.000 millones. En 10 años serán billones”, dijo.
“Lo bueno de los aranceles es que traerán manufactura (a EE.UU.) para proteger nuestras industrias. Eso son trabajos, salarios, prosperidad, ingresos”, concluyó.
Sus palabras coinciden con la visita este jueves a Washington del comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, que tiene previsto reunirse con su homólogo estadounidense, Howard Lutnick, y con el representante comercial, Jamieson Greer, de cara a lograr un acuerdo comercial que evite la imposición de aranceles del 30 % a las importaciones procedentes de Europa.
Con Canadá también prosigue el diálogo, aunque según la portavoz presidencial Ottawa no se lo está poniendo fácil al Gobierno de Trump. El Ejecutivo de Mark Carney ha avisado de que si no hay avance en las negociaciones impondrá nuevos aranceles a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio el 21 de julio.
“El equipo comercial sigue muy activo en nuestras conversaciones y discusiones con Canadá. El propio presidente ha dicho que, lamentablemente, ha sido bastante difícil tratar con nuestros vecinos del norte en materia comercial”, dijo Leavitt.
Desde su retorno a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha emprendido una guerra arancelaria con sus socios comerciales para tratar de corregir lo que considera “injustos” déficits comerciales y aumentar la inversión exterior.