Nueva York, 13 jun (EFE).- Las grandes tecnológicas, como Meta, Google u OpenIA, están poniendo toda la carne en el asador y enormes cantidades de dinero para llegar a la “superinteligencia”, un hipotético sistema de inteligencia artificial (IA) que supera las capacidades del cerebro humano y que por ahora solo existe en la ciencia ficción pero que, según los expertos, podría llegar en la próxima década.
En las últimas horas, Meta -matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp- anunció que pagará 14.300 millones de dólares para adquirir el 49 % de la startup Scale AI y contratar a su director ejecutivo, Alexandr Wang.
Scale colabora con Google, OpenAI, Anthropic y otras empresas para entrenar sus modelos. Gran parte de este trabajo se realiza con mano de obra de bajo coste fuera de EE. UU. y se ha convertido en un componente fundamental del desarrollo de la IA.
Como parte del acuerdo, Wang -quien hace 7 años, a sus 21, se convirtió en el multimillonario más joven del mundo- reportará directamente al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, y permanecerá en la junta directiva de Scale. Además, según los medios especializados, Wang dirigirá un nuevo laboratorio de IA en Meta, encargado de desarrollar la “superinteligencia”.
The New York Times señala que Meta ha ofrecido cifras multimillonarias a decenas de investigadores de empresas líderes en IA como OpenAI y Google, y algunos han aceptado unirse.
OpenAI, Google y otras tecnológicas ya han anunciado que su objetivo es desarrollar una inteligencia artificial general (IAG, en inglés AGI). Una carrera tecnológica en la que se está invirtiendo mucho dinero: Microsoft ha inyectado más de 13.000 millones de dólares en OpenAI, mientras que Amazon ha destinado 8.000 millones de dólares en la startup de inteligencia artificial Anthropic.
¿Cuándo llegará la IAG?
En la última conferencia de desarrolladores Google I/O, el cofundador de Google Sergey Brin dijo que se llegará a la IAG antes de 2030. Brin, quien dejó su cargo ejecutivo en 2019 y ahora trabaja junto con los investigadores de IA para Google, también señaló que en un futuro habrá más de una IAG.
Por su parte, Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, apostó por la llegada de esta tecnología después de 2030 y anotó que la IAG tendría que ser capaz de “comprender las emociones”.
Esta semana, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, apuntó que la “humanidad está cerca de construir una superinteligencia digital” y que puede que la década de 2030 sea muy diferente.
“Hemos construido sistemas que son más inteligentes que las personas en muchos aspectos y capaces de amplificar significativamente el rendimiento de quienes los utilizan”, anotó Altman.
En ese sentido, dijo que la herramienta más popular de su compañía, ChatGPT, ya es “más poderosa que cualquier ser humano que haya existido jamás” y que las tecnológicas en general están “construyendo un cerebro para el mundo”.
“Desde una perspectiva relativista, la singularidad (noción de que las máquinas pueden llegar a ser más inteligentes que los humanos) ocurre poco a poco y la fusión es lenta. Estamos ascendiendo por el largo arco del progreso tecnológico exponencial”, anotó Altman.
El ejecutivo dijo que el próximo año veremos la llegada de sistemas capaces de generar nuevos conocimientos, y que en 2027 podría haber robots capaces de realizar tareas en el mundo real.
Para 2030, “la inteligencia y la energía -las ideas y la capacidad de hacerlas realidad- serán extremadamente abundantes”.
En ese sentido, el experto anotó que en el 2020 habría sonado imposible que en 2025 los humanos contasen con una tecnología tan cercana a la IA general.