Washington, 5 ene (EFE).- El líder republicano Kevin McCarthy volverá a probar suerte en una novena votación para tratar de hacerse con el puesto de presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
En la que será la tercera votación de este jueves, los demócratas volvieron a nominar a su líder en la cámara, Hakeem Jeffries, mientras que el grupo de republicanos díscolos, que se mantiene firme en su oposición a McCarthy, volvió a nominar a Byron Donalds.
Además, la representante díscola Lauren Boebert -que ayer pidió al expresidente Donald Trump (2017-2021) llamar a McCarthy para pedirle que se retire-, nominó a otro candidato alternativo, Kevin Hern.
Con esta se iguala el número de votaciones que fueron necesarias, hace cien años, para elegir al que entonces se convirtió en presidente de la Cámara de Representantes. Fue la última vez que se hizo necesario votar más de una vez para resolver este trámite.
Uno de los 20 republicanos díscolos, Matt Rosendale, justificó su nominación de Donalds -y, por ende, el bloqueo de la victoria de McCarthy-, ya que la oposición de su grupo está “obligando” a los representantes a “dialogar”.
El argumento fue similar al expresado ayer por el líder en la cámara del Freedom Caucus, grupo ultraconservador del Partido Republicano bajo el que se agrupan los 20 congresistas díscolos, Scott Perry, que animó a sus compañeros a “arreglar” Washington, criticando la falta de debate en este tipo de votaciones.
McCarthy, hasta ahora favorito para liderar la cámara tras la ajustada victoria de los conservadores en las elecciones de medio mandato de noviembre, está teniendo problemas para romper la resistencia dentro de su propio partido, que desde el martes le impide ser elegido.
Las dos votaciones de este jueves hasta ahora se han resuelto de una manera similar a las tres del miércoles y las tres del martes: McCarthy recibiendo poco más de 200 votos, el demócrata Hakeem Jeffries los 212 apoyos de su partido, y los candidatos de turno de los díscolos -Donalds y Hern, en este caso-, unos 20 en total.
Hasta que no se elija un presidente de la cámara, la actividad legislativa del país permanecerá en pausa y los nuevos miembros no podrán jurar su cargo.