Miami (EE.UU.), 26 feb (EFE).- Cuando los San Antonio Spurs perdieron once partidos consecutivos entre el 14 de noviembre y el 8 de diciembre, parecía complicado que una situación tan preocupante pudiera repetirse. Pero tan solo un mes y medio después lo han superado y ahora son 16 las derrotas consecutivas de los texanos.
Actualmente, el equipo que dirige Gregg Popovich suma dieciséis derrotas seguidas, no gana desde el 20 de enero y está a punto de completar el mes de febrero entero sin ganar. Lo lograrán si el martes 28 vuelven a caer en Utah ante los Jazz.
“Verles mejorar es la verdadera alegría con un grupo como este. Enseñarles individualmente lo que necesitan para jugar en la NBA, desarrollar sus fundamentos y mostrarles cómo adaptarlos a lo colectivo y jugar juntos”, afirmó recientemente Gregg Popovich.
CAMBIO RADICAL DE FILOSOFÍA Y OBJETIVOS
Desde que los Spurs se instalaron en San Antonio en 1973, tan solo en cuatro ocasiones se habían quedado fuera de la postemporada. Desde 1997 han sido veintidós años consecutivos jugando los ‘playoffs’, con seis ocasiones disputando las finales y en cinco de ellas proclamándose campeones.
“Es un gran grupo, lo estoy disfrutando tanto como cualquier otro equipo de épocas ganadoras”, afirmó Popovich.
La gran duda es si se trata de una postura para mantener la motivación de sus jugadores o si realmente existe un atractivo en estos años de transición para pensar que los Spurs pueden volver a ser grandes con esta base.
Es un evidente cambio de filosofía en una franquicia ganadora, que por primera vez prioriza potenciar su talento joven sobre competir.
Después de la salida del ‘Big-Three’ formado por Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili, llegaron años ilusionantes con nombres como Kawhi Leonard, LaMarcus Aldridge, DeMar DeRozan. Incluso con Dejounte Murray, pese a no jugar ‘playoffs’, el equipo estuvo por encima del 40 % de triunfos.
Pero la salida de este jugador con destino a Atlanta fue una verdadera declaración de intenciones de la franquicia tejana. Los Spurs son a día de hoy el tercer equipo más joven de la liga, con un promedio de 23.84 años y sólo por detrás de Oklahoma City Thunder y Houston Rockets.
No hay llegadas ilusionantes o de rendimiento inmediato, convirtiendo incluso por momentos al equipo en un lugar de paso recibiendo jugadores como tercera parte en operaciones. Un ejemplo de esto fue Juancho Hernangómez y sus cinco partidos mientras viajaba de Boston a Salt Lake City.
UNA MANCHA PARA LA TRAYECTORIA DE POPOVICH
Gregg Popovich es uno de los finalistas para acceder al Salón de la Fama este próximo mes de agosto junto a su querido Tony Parker, Pau Gasol, Dirk Nowitzki y Dwyane Wade, entre otros.
Este mérito llega por lo conseguido hasta ahora, pero no deja de ser llamativo que el año en el que puede recibir el reconocimiento más importante de su carrera, lo haga como técnico del peor equipo de la presente NBA.
En sus 27 temporadas, todas ellas como técnico de los Spurs, promedia un 64.5% de victorias en liga regular y un 59.9% en ‘playoffs’. Desde 1996, cuando asumió como primer entrenador en San Antonio, su equipo jamás ha tenido un porcentaje de triunfos tan bajo como el presente.
Estos Spurs tienen un 23.3% de victorias, sólo Houston lo empeora, pero puede igualarles, o incluso superarles, esta misma semana. Lo peor en rendimiento hasta ahora, en un equipo de Popovich, se encuentra en los últimos tres años, y en todos ellos prácticamente doblan ese porcentaje.
ESPERANDO A WEMBANYAMA
Ser el peor equipo de la NBA tiene premio, así está organizado el deporte profesional norteamericano, y el de este próximo Draft es el premio gordo. Victor Wembanyama amenaza con aterrizar en la liga para revolucionarla.
Desde los Spurs se intenta evitar declaraciones sobre el francés, pero los expertos en el draft no paran de destacar el gran encaje que podría tener en San Antonio.
Jonathan Givony, experto en los Drafts de la NBA y fundador de la web DraftExpress, lo tiene claro: “Tiene cualidades que han sido atribuidas a muchos antiguos, recientes y actuales jugadores de la franquicia”.
San Antonio está en condiciones de ofrecer a ‘Wemby’ una plantilla sin jugadores que le roben protagonismo en exceso, un lugar que sería ‘su equipo’ desde el día uno, y también capacidad de complacer su deseo de no jugar como pívot y sí como hombre de perímetro.
Según Givony, “si le dieras el suero de la verdad y le dijeras que elija su lugar ideal para aterrizar en la NBA, de todos los candidatos estoy seguro que serían los Spurs sobre los otros equipos, por lo que están construyendo”.