Miami, 14 jul (EFE).- Empanadas de carne humana y una asesina en serie que las sirve a clientes inocentes. Ese es el trasfondo de la serie de Prime Video “El horror de Dolores Roach”, descrita por su protagonista, Justina Machado, como “la combinación perfecta entre denuncia social contra la gentrificación, historia de terror y comedia negra sobre lo que representa ser una expresidiaria latina”.
“Algo que me atrajo de la historia es que está centrada en torno a una mujer latina, como alguien normal. Es muy emocionante estar en algo diferente, donde no nos han puesto en cajas. Es increíble interpretar a alguien sin esas barreras”, dijo a EFE la artista estadounidense de raíces puertorriqueñas.
Al hablar de “normal” Machado se refiere a un ambiente sin exagerar la latinidad del personaje, “sin piñatas” y otras decoraciones “exageradamente latinas” alrededor, porque su personaje de la feroz Dolores Roach es todo menos normal.
Inspirada en el famoso villano de ficción “Sweeney Todd”, la serie es una comedia de humor negro que gira en torno a Dolores, una mujer que acaba de salir de prisión después de cumplir una condena de 16 años por narcotráfico. Su regreso al vecindario de Washington Heights (Nueva York) revela una realidad desconcertante: todo lo conocido ha desaparecido, reemplazado por una comunidad transformada por la gentrificación.
La excepción es su amigo Luis, quien le da cobijo en el sótano del edificio donde tiene su pequeño restaurante “La Empanada Loca”. Allí, Dolores monta un espacio para dar masajes que eventualmente tienen un final infeliz: la muerte. Los cadáveres terminan en el relleno de algunas de las empanadas más populares del restaurante.
LOS LATINOS Y EL TERROR
Según el más reciente estudio de Nielsen, un 35 % de la audiencia de las producciones de terror en Estados Unidos es de origen latino, pese a que la comunidad representa el 21 % de la población.
Machado (1972, Chicago) tiene estas cifras muy presentes. “Nuestra gente ama el horror y también amamos reír, pero rara vez nos vemos representados en esos escenarios. Normalmente somos las víctimas que mueren rápidamente”, comentó.
“Yo he sido fan del género del terror desde toda la vida. Tengo recuerdos claros de no poder dormir después de haber visto ‘El Exorcista’ con mi abuela y mis hermanos cuando era pequeña”, reveló.
Por eso, la artista celebró no solo que haya cada vez más latinos en la pantalla en general, sino en un género tan querido.
Además de “El horror de Dolores Roach”, que actualmente es la tercera serie más vista en Estados Unidos y la séptima en el mundo de todo el catálogo de Prime Video, en los últimos meses Melissa Barrera encabezó la película más popular de la saga “Scream” y Jenna Ortega llevó al primer lugar de Netflix a su serie “Wednesday”, conocida como “Merlina” en Latinoamérica y “Miércoles” en España.
RESILIENCIA Y EMPEÑO
Conocida por sus papeles en exitosas producciones como “One Day at a Time”, “Jane the Virgin” y “Six Feet Under”, Machado se ha consolidado como una figura influyente en la industria del entretenimiento.
A sus 50 años, la actriz está agradecida por el reconocimiento positivo que ha recibido por su interpretación en “El horror de Dolores Roach”.
“Es emocionante saber que el público ha apreciado mi trabajo después de tantos años de esfuerzo. Me siento exitosa y agradecida”, afirmó.
Machado adjudica su éxito al ejemplo que le dio su madre. “Ella era enfermera de un hogar de ancianos y siempre estaba en movimiento. Si no era en el trabajo, era en la casa”, indicó.
La resiliencia y el empeño que forman parte de su herencia materna son también los hilos que la amarran en lo personal a Dolores Roach. “En el resto somos obviamente muy diferentes”, afirmó entre risas.
La serie, una versión de un pódcast del mismo nombre, aborda temas actuales y controvertidos, como la gentrificación y la exclusión social, a partir de las dificultades que enfrentan las personas después de cumplir una condena y su lucha por mantener sus vecindarios.
“Es una metáfora poderosa que refleja la realidad de muchas personas que se enfrentan a la discriminación y la falta de oportunidades”, señaló la actriz, y agregó que “es algo que he visto en primera fila”.
Después de todo, es parte de la vida de los latinos en todas las zonas urbanas, incluyendo la ciudad de Chicago, donde ella creció.