Los Ángeles (EE.UU.), 16 oct (EFE).- El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) anunció cargos este jueves contra dos ejecutivos inmobiliarios del sur de California, acusados de participar en esquemas de fraude que desviaron millones de dólares destinados a programas de vivienda para personas sin hogar.
“En ambos casos, los acusados se aprovecharon de los fondos asignados para ayudar a las personas sin hogar, algunas de las más vulnerables de la sociedad, muchas de las cuales podrían padecer diversas afecciones, incluyendo la adicción”, declaró Akil Davis, subdirector de la Oficina de Campo del FBI en Los Ángeles en un comunicado del DOJ.
Según detalló la Fiscalía del Distrito Central de California, los acusados enfrentan procesos separados. El primero involucra a Cody Holmes, de 31 años, quien fue arrestado esta mañana por una denuncia penal federal que lo acusa de fraude postal, un delito grave que conlleva una pena máxima legal de veinte años de prisión federal.
Presuntamente Holmes, director financiero de Shangri-La, engañó al Departamento de Vivienda y Desarrollo Comunitario de California (HCD) haciéndole creer que su empresa tenía la capacidad financiera para ejecutar proyectos bajo el programa estatal Homekey, para crear viviendas de apoyo asequibles para personas sin hogar.
Basado en documentos falsificados, el estado entregó más de veinticinco millones de dólares a Shangri-La, parte de los cuales habrían sido desviados por Holmes para gastos personales, que incluyeron pagos de más de dos millones de dólares a tarjetas de crédito usadas en tiendas de lujo.
El segundo caso es el de Steven Taylor, un empresario inmobiliario de 44 años, quien está acusado de siete cargos de fraude bancario, un cargo de robo de identidad agravado y un cargo de lavado de dinero.
Según la acusación, entre agosto de 2019 y julio de 2025, Taylor utilizó extractos bancarios falsos y declaraciones de efectivo falsas para obtener préstamos y líneas de crédito para operar su negocio inmobiliario.
Entre otros usos del producto del fraude, Taylor adquirió o refinanció propiedades en los barrios angelinos de Silver Lake, Los Feliz, Westlake, Del Rey, Pico-Union y Cheviot Hills.
El escrito también señala que Taylor engañó a los prestamistas sobre el uso de las propiedades, por ejemplo, afirmó que renovaría y usaría una propiedad en Cheviot Hills, pero ya había firmado un contrato para venderla a un promotor inmobiliario.
El hombre obtuvo la propiedad en mención por 11,2 millones de dólares con préstamos fraudulentos y la revendió por 27,3 millones de dólares con fondos públicos, sin informar al prestamista.
Taylor también habría falsificado correos electrónicos para engañar a prestamistas sobre otras deudas activas.
De acuerdo con el comunicado, de ser declarado culpable, Taylor enfrentaría una sentencia máxima legal de treinta años de prisión federal por cada cargo de fraude bancario, hasta diez años de prisión federal por el cargo de lavado de dinero y una sentencia obligatoria de dos años de prisión consecutiva por el cargo de robo de identidad agravado.