Miami (EE.UU.), 13 jul (EFE).- Juan Fernando Quintero, centrocampista de Colombia, reflexionó este sábado, en la víspera de la final de la Copa América, sobre cómo el fútbol puede cambiar la vida de los jóvenes y unir a un país como el suyo detrás de su selección.
“Creo que soy el reflejo de lo que es Colombia. Sufrí de niño la desaparición de mi padre, pero tuve una madre que siempre estuvo firme, mis abuelos, mis tíos. Creo que soy el reflejo de lo que ellos hicieron en mí como ser humano”, contó en una rueda de prensa.
“Soy un colombiano más que está viviendo este momento especial. Creo que han sido muchos sacrificios desde niño. No soy ajeno a lo que pasa en la realidad de Colombia. Creo que todos tenemos un alud de esperanza por medio del deporte, a mí me cambió la vida. Ese es el mensaje que debemos dar a los jóvenes: el fútbol cambia vidas, el arte, hay esperanza. Lo más importante es darle ese ejemplo a todos y que entiendan el valor de la familia porque son los que siempre están ahí incondicional”, aseguró.
Este mensaje fue recibido por aplausos de su entrenador, Néstor Lorenzo, y los miembros presentes de los medios de comunicación.
Con James Rodríguez como figura, Colombia buscará este domingo en Miami su primera corona de Copa América desde 2001 frente a una Argentina de Lionel Messi que es la actual campeona de este torneo y del Mundial.
“La verdad es que estamos muy motivados, muy agradecidos también por todo ese apoyo que hemos recibido (de los fans colombianos) desde lo que hacemos en el campo. Estamos muy contentos, obviamente con mucha esperanza de poder hacer historia”, dijo.
“Sabemos lo difícil que es, sabemos el rival que tenemos enfrente. Pero de alguna otra forma tenemos que motivarnos, saber que es un partido diferente, un partido que borra todo lo que hemos hecho y que tenemos la oportunidad. Tenemos que valorarlo, disfrutarlo mucho y obviamente competir al más alto nivel contra una campeona del mundo”, apuntó.
Quintero también lamentó la trifulca que sucedió tras la semifinal entre Uruguay y Colombia, cuando varios jugadores de la Celeste saltaron a las gradas, según su relato para defender a sus familias ante la pasividad de las fuerzas de seguridad, y se pelearon con unos hinchas cafeteros.
“La verdad es que es triste lo que pasó, obviamente las familias no tiene culpa”, dijo.
“No queremos que en estos estadios de fútbol pasen este tipo de cosas. Entiendo que hay muchas emociones y muchas cosas y la verdad es que uno desde su lugar trata de ser muy respetuoso con lo que está pasando. Nadie quiere violencia: el fútbol no puede quedar manchado por este tipo de cosas. Esas personas agresivas son las que no disfrutan del fútbol, no creo que puedan estar en un estadio”, desarrolló.