Redacción Deportes, 7 jun (EFE).- Los Rays de Tampa Bay han tenido una difícil primera parte en la temporada de las Grandes Ligas, en la cual el mexicano Isaac Paredes se ha mantenido como la pared de contención en la ofensiva.
Los Rays, quienes en los últimos cinco años se han mantenido como una presencia constante en los primeros lugares de la División Este de la Liga Americana, actualmente figuran cuartos en la tabla de posiciones con registro de 31-31, con una desventaja de 13 partidos con relación a los Yanquis de Nueva York (45-19), quienes ocupan el primer lugar.
En una de las divisiones más ofensivas del béisbol estadounidense, donde el poder con el madero abunda y la producción de carreras es alta, los Rays han tenido serias dificultades para responder con el madero.
Actualmente, los dirigidos por Kenvin Cash están empatados en el último lugar en total de cuadrangulares entre los 30 equipos que forman parte de las Grandes Ligas (48), mientras marchan 23 en carreras remolcadas (230) y anotadas (248).
Para este resultado, los Rays han sido golpeados por la disminución en la contribución con el bate del cubano Randy Arozarena, quien batea para promedio de sólo .169, y aunque ha conectado ocho vuelacercas, suma 19 remolcadas y 28 anotadas.
También del campeón de bateo de la pasada temporada, Yandy Díaz, con un promedio de bateo de .243, limitando su porcentaje de embasarse a .317 y con ello las oportunidades de anotar más carreras con él en la punta de la alineación.
Ante dicha situación, Paredes ha dado un paso al frente y ha sido el bate más fiable y consistente con el cual ha contado el equipo de Tampa Bay.
El nacido en Hermosillo hace 25 años, contabiliza el mayor número de imparables (64) entre los bateadores de los Rays, con los cuales suma 10 cuadrangulares y 13 dobles y ha podido remolcar 37 carreras.
Paredes también cuenta con un promedio de bateo de .298, clave para su porcentaje de ’embasarse’ de .383, el cual ha sido impulsado también por la contundencia de sus batazos, como lo refleja su porcentaje de ‘slugging’ de .498, representando cada una de estas estadísticas los máximos totales para su franquicia en la temporada.
Generalmente, los bateadores suelen sentirse más cómodos cuando juegan en casa, pero en el caso de Paredes batea para .278 en los juegos en el Tropicana Field de Tampa Bay y para .320 en los partidos en la ruta.
Con todo y la diferencia en el promedio con el madero, hay que señalar que Paredes ha disputado ocho partidos más como local (33) que fuera de casa (25), pero a pesar de ello su producción ha sido equilibrada, contabilizando 32 imparables en cada uno de esos dos escenarios y logrando 19 carreras remolcadas en los juegos en casa y 18 en los que ha estado como visitante.
Lo mejor de la actuación de Paredes es que ha podido conectar sus contundentes batazos, en situación de hombres en bases, como lo evidencia su promedio de .357 cuando ha estado en el plato, ante la ocasión de producir para los Rays.