Buenos Aires, 11 jun (EFE).- Independiente de Avellaneda, uno de los clubes más galardonados de Suramérica, cumple este martes diez años de su regreso a la máxima categoría del fútbol en Argentina.
El conjunto de la afamada localidad bonaerense es actualmente el equipo con más Copas Libertadores en su palmarés, siete en total (1964, 1965, 1972, 1973, 1974, 1975 y 1984), motivo por el cual se le conoce como el ‘Rey de Copas’ en el continente.
Esto, sumado a sus 16 títulos nacionales, hizo que su descenso en 2013 por primera vez a la segunda división en sus 101 años de historia marcara para siempre al balompié albiceleste, ya que dejó a Boca Juniors como el único club que nunca ha perdido la categoría.
Su caída a la Primera Nacional B estuvo influenciada por varios momentos críticos en el ámbito institucional y futbolístico, con hasta tres renuncias de presidentes (2001, 2005 y 2014) relacionadas con malas gestiones, deudas millonarias, embargos, inhibiciones de la FIFA e incluso declaraciones de quiebra.
Con un Estadio Libertadores de América a medio construir, el Rojo afrontó una ardua campaña que comenzó de la peor manera, con una derrota ante Brown de Adrogué, recién ascendido de la tercera división.
No obstante, el equipo pudo sumar a algunos exjugadores que salieron campeones con la entidad, como los centrocampistas Daniel Montenegro y Federico Insúa o el delantero Facundo Parra.
Con su llegada al equipo, entrenado por Omar de Felippe, el cuadro pudo superar el mal arranque y logró el ascenso nuevamente el 11 de junio de 2014, tras ganarle una final por el tercer ascenso a Huracán.
Los Diablos Rojos volverían a primera bajo la presidencia del sindicalista Hugo Moyano (2014-2022), quien consiguió finalizar las obras del estadio y con quien se pudo levantar la Copa Sudamericana de 2017, lo que hizo que la entidad llegara a los 18 títulos continentales e igualara en la cúspide a Boca.