Tapachula (México), 22 sep (EFE).- La Iglesia católica en la región de la frontera sur de México inició la semana del migrante y refugiado donde estará acompañada de indocumentados de Venezuela, Colombia, Nicaragua y de Centroamérica que cruzan los límites fronterizos con el propósito de llegar a Estados Unidos.
“Aquí tanto en el albergue ‘Belén’ como en las parroquias y las diócesis tenemos toda la semana del migrante y refugiado dándoles el espacio pastoral y acompañamiento”, dijo a Efe el padre César Augusto Cañaveral Pérez, responsable de la dimensión pastoral de la movilidad humana en Tapachula.
En el marco de este evento también se realizó un foro de migrantes refugiados donde expusieron sus historias de dolor y violencia.
“Toda la iglesia nos estamos apoyando para acompañar y estar con ellos, pero vemos un tema complejo porque se crean caravanas y las regresan”, apuntó el religioso.
Señaló que por parte del gobierno de México se requieren políticas más justas y más humanidad, porque hay muchos atropellos hacia los migrantes provenientes especialmente de Venezuela, Colombia y Nicaragua que han estado saliendo de manera masiva en caravana.
“Al gobierno ya se le fue de las manos toda la problemática del tema migratorio, además de que toda la frontera sur no tiene la capacidad y empresas para poder atender el tema de los empleos para la población extranjera, quienes requieren políticas más justas”, dijo.
Comunicó que se está trabajando desde el albergue “Belén”, donde se atiende a alrededor de 400 personas adultas y más de 200 niños, mientras que otras parroquias se convirtieron en feligresías de tránsito por donde pasan los extranjeros más pobres, quienes viven en la calle, por ello se les ofrece comida, ropa, zapatos y acompañamiento con sus trámites.
Asimismo, informó de que el papa Francisco los ha invitado a participar en la 108 jornada mundial del migrante y refugiado que se celebra el próximo 25 de septiembre.
DENUNCIAN MALTRATOS
Los migrantes de Venezuela, Nicaragua, Colombia, haitianos, de África y algunos de Centroamérica, denunciaron que el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) los engaña, los entretiene y los deporta a Guatemala para evitar que continúen su camino a la frontera norte.
Alexander Magaña, un migrante venezolano, expresó que estuvieron dos días en Ciudad Hidalgo en las oficinas de migración, pero nunca les cumplieron, y decidieron caminar desde la frontera hasta Tapachula y llegar al parque para descansar y analizar si saldrán en caravana.
“Nos dimos cuenta que nos estaban mintiendo”, afirmó.
El 25 de septiembre, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, celebrará una misa multicultural con migrantes y refugiados.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha interceptado a más de 1,82 millones de personas en lo que va del año fiscal 2022, que se inició en octubre pasado.
En México, el Gobierno ha desplegado a casi 30.000 efectivos de las Fuerzas Armadas en las fronteras norte y sur, donde en los últimos tres meses han interceptado a 124.300 migrantes, un 115 % más que el mismo periodo anterior, según informó este martes Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional.