Santiago de Chile, 27 ago (EFE).- El judoca con discapacidad Johann Herrera será el único representante chileno en los Juegos Paralímpicos de París, que comienzan este miércoles.
En un diálogo con la agencia EFE en Santiago de Chile desde la capital francesa, se declaró orgulloso de sus raíces en la estigmatizada comuna capitalina de La Pintana.
Herrera, de 22 años, quien combatirá en la categoría de -60 kg J2, conoció el judo a los 8 años. Por entonces creyó encontrar una actividad recreativa y útil para aprender técnicas seguras de caídas, por si tenía algún tropiezo.
El judoca es portador de una retinitis pigmentaria degenerativa en ambos ojos que ha reducido su visión a un 15%.
Trece años después ganó una medalla de oro en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Bogotá 2023, y a París llegó tras ser seleccionado para una plaza tripartita de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA).
Su desempeño en las competencias internacionales y su trayectoria fueron evaluados antes de ser aceptada su petición para participar en los Juegos Paralímpicos.
Metas posibles y sueño maravilloso
Actualmente es el número 15 del mundo en su categoría.
“El objetivo era llegar a los Juegos”, explicó.
El entrenador de Herrera, Francisco Sepúlveda, evalúa la experiencia en París como una oportunidad para “tomar la mejor experiencia posible”.
“Vamos a disfrutarlo de la mejor manera, que pueda tener un buen desempeño”, apostilló.
“Nuestra meta es quedar entre los ocho primeros, un rango importante a nivel mundial. Si llegamos a estar dentro de los tres primeros puestos, sería maravilloso”, acotó Sepúlveda.
Herrera fue séptimo en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023 y elegido por el Comité Paralímpico de Chile como el judoca con discapacidad del año.
Orgullo de sus orígenes
El deportista proviene de La Pintana, situada en el sur de Santiago y considerada una de las comunas que más homicidios registran en la Región Metropolitana.
“Mi localidad en Chile es mirada de otra manera por la delincuencia y al ser un deportista de allí como que empiezan a mirarla de otra manera y no desde la discriminación”, argumentó.
Para el judoca “hay más gente de bien que gente de mal. Yo no vivÍ mal ahí. Llevaba a amigos a hacer judo, otros se fueron por otro camino. Los vecinos me conocen, me dicen que te vaya súper bien”, agregó.
Herrera estudia primer año de Trabajo Social en la Universidad Autónoma de Chile, y comenta que “como me ayudaron a mí, me gustaría ayudar a otras personas de otra manera, por eso la elegí”.
Esa asistencia que recibió, y que comenzó con un taller para uso de bastón, fue en el Colegio Santa Lucía de Fundación Luz, institución que cumple 100 años en su trabajo con la discapacidad visual en Chile.
“Apoya a las personas con discapacidad, tratando de integrarlas a la sociedad. Gran trabajo y me alegra haber pertenecido a eso”, remarcó.
Reconoció que el judo le ha llevado a competencias internacionales en Luxemburgo, Georgia, Canadá, Brasil, Colombia y el Challenger de Finlandia 2023, donde obtuvo una medalla de plata.
“Mucha emoción en cada recuerdo, cómo ha sido viajar por tantos países para competir, una bonita experiencia. Nunca pensé conocer el mundo, otras culturas. Los países siempre te enseñan algo”, dijo.
¿Sobre su plan? “Estoy muy bien enfocado en la estrategia que tengo, en el plan a, b o c. Nervioso ya no, ahora aguanto más tranquilo”.
María José Rey