Naciones Unidas, 23 sep (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó este martes, en el arranque del 80 periodo de sesiones de la Asamblea General, que los principios sobre los que se fundaron las Naciones Unidas hace ocho décadas, “están bajo asedio”, y que “los pilares de paz y progreso se tambalean por el peso de la impunidad, la desigualdad y la indiferencia”.
En su discurso de apertura, Guterres trazó un pesimista panorama del estado del mundo: “Naciones soberanas invadidas, el hambre utilizada como arma, la verdad silenciada (…) ¿Qué clase de mundo vamos a elegir? ¿un mundo de poder desnudo, o un mundo de leyes? ¿un mundo que es una lucha de egoísmos, o uno donde las naciones se conciertan?, se preguntó.
Las Naciones Unidas -subrayó- “son más que un lugar de reunión: son el compás moral, una fuerza de paz y de mantenimiento de paz, un guardián de la legalidad internacional, un catalizador del desarrollo sostenible, un salvavidas para pueblos en crisis y un faro para los derechos humanos”, dijo Guterres en el momento inaugural de la semana de alto nivel.
Guterres, que a sus 76 años está ya en la recta final de su segundo mandato (termina en diciembre de 2026), lidia en este 80 aniversario con una institución en crisis financiera estructural, a la que se suma un cuestionamiento de sus principios por parte del nuevo gobierno estadounidense de Donald Trump, que ha recortado su financiación y ha abandonado varios de los acuerdos multilaterales.
Sin embargo, Guterres no mencionó directamente a Estados Unidos ni menos a su presidente, con el que hoy se entrevistará tras una incomunicación de más de diez meses.
El secretario general recordó que la ONU “no es un sueño de perfección, sino una estrategia práctica para la supervivencia de la humanidad”, fundada sobre las premisas de paz sobre conflicto y cooperación sobre caos.
La ONU -recordó- se basa en una carta fundacional “que no es opcional”, aunque algunos países “actúan como si las leyes no se les aplicaran a ellos” sin sufrir consecuencias, pero recordó que “la impunidad es la madre del caos, y ha engendrado algunos de los conflictos más atroces de todos los tiempos”.
Tuvo palabras también para los recortes a la cooperación internacional emprendidos por EE.UU. y secundados por otros grandes donantes como Alemania, Reino Unido o Francia: “Los recortes a la ayuda hacen estragos demoledores. Son una sentencia de muerte para muchos, un futuro robado para muchos más”, alertó.
Esta es “la paradoja de nuestro tiempo -concluyó-: sabemos lo que necesitamos, y aun así estamos arrojando el salvavidas que lo hace posible”.