Nueva York, 6 sep (EFE).- Dos organizaciones de ayuda a inmigrantes en Nueva York dijeron este miércoles estar listas para luchar contra la agenda del presidente electo Donald Trump, que durante su campaña hacia la Casa Blanca prometió realizar deportaciones masivas de millones de inmigrantes a los que además convirtió en blanco de sus insultos al acusarles de delincuentes y violadores.
“Estamos indignados y desconsolados por los resultados de las elecciones. Las políticas promovidas por Trump son racistas, misógenas y antiinmigrantes”, indicó en un comunicado el codirector ejecutivo de Se Hace Camino Nueva York, Theo Oshiro, que trabaja con comunidades latinas.
Oshiro dijo estar “de duelo” por la victoria de Trump, pero prometió convertir la “tristeza y nuestro miedo” en una fuerza para hacer frente “a todo lo que se nos presente”.
“Somos conscientes de los peligros que plantea una segunda administración de Trump, especialmente porque hizo de la denigración y la deshumanización de los inmigrantes el eje central de su campaña”, afirmó Oshiro.
“Creemos en un Estados Unidos mejor. El nuestro es un país que, desde sus inicios, ha servido de refugio para todos aquellos que llegan en busca de una vida mejor para ellos y sus familias y ver ese valor traicionado es una bofetada a las generaciones de inmigrantes que han hecho de esta nación lo que es”, agregó.
Mientras que Murad Awawdeh, director ejecutivo de la Coalición de Inmigración (NYIC) , aseguró en otro comunicado que Trump “no nos derrotará” y reiteró que lucharán “contra el fascista presidente electo y su agenda racista de deportación” para garantizar que las comunidades inmigrantes “vivan seguras y con dignidad”.
“Lo detuvimos antes y lo detendremos nuevamente”, afirmó al referirse políticas antiinmigrantes que Trump puso en marcha durante su primera administración, entre ellas la que cerró las puertas a todos los refugiados de siete países musulmanes y la que separaba a niños de sus padres al cruzar la frontera hacia EEUU, bajo su política de “tolerancia cero” que más tarde revocó tras presiones de dentro y fuera del país.
Nueva York recibió durante los pasados dos años miles de inmigrantes que llegaron enviados por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott o por cuenta propia, lo que llevó a crisis humanitaria y fiscal, según el alcalde de la ciudad Eric Adams, lo que Trump, neoyorquino, aprovechó para arremeter contra los demócratas y los recién llegados.