Guadalajara (México), 6 ago (EFE).- Organizaciones civiles en Guadalajara, ciudad en el occidente de México, acompañan a mujeres en el periodo de lactancia para combatir los tabúes y ayudarles a vivir con libertad este periodo en su vida.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, del 1 al 7 de agosto, Claudia Hernández Delgado, fundadora del Programa Integral de Lactancia Universitaria (PILU), dijo a EFE que las mujeres enfrentan desinformación, miedos e, incluso, presión de profesionales de la salud sobre cuándo lactar.
“Están orilladas a practicar la lactancia mientras están ahí (en el hospital), una vez que salen tienen que ir en automático haciendo cosas, desconocen del niño su capacidad gástrica, las señales de hambre, las señales de saciedad, pero porque nadie les dio (la información)”, afirmó la activista, conocida como 'Selenita'.
Esta organización, fundada en 2015 y con presencia en 14 países, ofrece grupos de apoyo y acompañamiento en los que acerca información antes, durante y después del embarazo para que las madres decidan si quieren amamantar y por cuánto tiempo, además de darles consejos para vivir con tranquilidad esta etapa.
También trabaja con los hospitales para capacitar al personal de salud del área materna a mejorar la ayuda que ofrecen en este proceso, que puede ser doloroso y complicado, si no hay un adecuado seguimiento.
Según el Instituto Nacional de Salud Pública de México, dar lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida casi se duplicó en 10 años, pues en 2012 el porcentaje de bebés con esta alimentación era del 14 % y para 2022 aumentó a un 33,6 %.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, uno de cada tres bebés recibe leche materna como alimento exclusivo hasta los 6 meses y muchos bebés se alimentan con fórmulas, leche de vaca u otro animal y bebidas azucaradas desde el primer mes.
Información contra el miedo
Hernández Delgado consideró que la información empática es fundamental para que las mujeres tengan un periodo de lactancia pleno y que se sacudan miedos o mitos que suelen transmitirse entre familia o amigas.
Cecilia Villaseñor, madre de un niño de 6 años y un bebé a quienes ha amamantado a libre demanda, admitió que no ha estado libre de dudas y miedos.
“En la forma en que yo la he recibido (la información) también me ha ayudado mucho a quitar mitos, a amamantar con más tranquilidad y con más seguridad para decir dónde quiera puedo hacerlo, no importa que me vean feo, no importa que no lo tape o que el niño se esté moviendo porque el bebé se está alimentando”, explicó.
Itzul Gallardo, líder de la Liga de la leche en Jalisco, estado cuya capital es Guadalajara, promueve grupos de apoyo para las mujeres desde su embarazo hasta el destete, con espacios de contención para expresar sus preocupaciones y compartir sus experiencias.
“Es un espacio de contención en donde te encuentras con otras mamás que están en periodo de lactancia, con otras mujeres que están amamantando y te das cuenta de lo que es normal en un bebé amamantado, de cómo han resuelto ellas sus dificultades y te va ayudando a resolver dudas que ni siquiera sabías que tenías”, dijo.
Cristina Arensberger confesó a EFE que antes de parir tuvo miedo de amamantar por las historias de dolor y frustración que amigas y familiares le contaban, pero gracias al grupo de apoyo y a un curso prenatal que tomó con parteras de Casa Aramara venció la ansiedad.
“Por ese miedo que tenía me preparé mucho para estar bien en el posparto y tener ese tiempo y ese espacio para contener y conectar con mi hijo, entonces eso (ayudó) y mis amigas, tengo varios grupos de maternidad que ahora son mis amigas”, expresó.