Nueva York, 12 mar (EFE).- El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este miércoles que quiere sacar de los tribunales de Nueva York el polémico caso de Mahmoud Khalil, un antiguo estudiante de la Universidad de Columbia que ayudó a organizar las protestas propalestinas que tuvieron lugar en el centro educativo el año pasado y que ha sido detenido por las autoridades de inmigración por presunto “antisemitismo”.
El tribunal federal Thurgood Marshall, al sur de Manhattan, celebró hoy una audiencia para tratar una petición de los abogados de Khalil en la que se cuestionaba la legalidad de su arresto por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Allí, un abogado que representa al gobierno de EE.UU., Brandon Waterman, argumentó que la defensa de Khalil presentó esa queja cuando el joven ya había sido trasladado a un centro de detención de inmigrantes en Nueva Jersey, por lo que argumentó este caso debería ser tratado allí o en Luisiana, donde ahora permanece detenido.
Nueva York fue el año pasado el epicentro de las masivas protestas estudiantiles contra la guerra de Gaza -que estos días se repiten en menor medida-, y el intento de llevar el caso fuera del estado no parece casual.
El ICE detuvo el sábado a Khalil, que terminó el pasado diciembre sus estudios en la Universidad de Columbia -una de las prestigiosas 'Ivy League' de Estados Unidos-, en el edificio en el que vivía junto a su esposa estadounidense y que es propiedad del centro educativo.
El joven asumió el papel de negociador entre la universidad y los manifestantes de las protestas propalestinas que llenaron el campus de Columbia el año pasado y que se extendieron por otras universidades del país.
Controversia en Estados Unidos

Este caso ha generado una gran controversia en EE.UU., ya que, de acuerdo con una de sus abogadas, el gobierno de Trump ha revocado el permiso de residencia permanente (o 'green card', en inglés) de Khalil, cuya pareja está además embarazada de ocho meses. Organizaciones como Amnistía Internacional o el PEN Club América han condenado el arresto.
Tal era la expectación por la audiencia de hoy, que la sala en la que se celebró se llenó por completo -en su mayoría de jóvenes que ocultaban su rostro con mascarillas quirúrgicas o kufiyas palestinas- y muchos asistentes no pudieron entrar.
El Departamento de Seguridad Nacional del país ha asegurado que Khalil dirigió “actividades” alineadas con el grupo terrorista Hamás, aunque el gobierno aún no ha aportado pruebas de ello, mientras que Trump ha advertido de que esta es la primera detención “de muchas que vendrán”.
Uno de los abogados de Khalil, Karem Kassim, afirmó que este ha sido “señalado por su activismo a favor de los derechos palestinos” y se quejó de que el gobierno ha vigilado estrechamente todo el contacto que su equipo legal ha tenido con él desde su detención.
El juez Jesse Furman, que paralizó temporalmente el lunes una posible deportación de Khalil, concedió a sus abogados la posibilidad de hacer una llamada confidencial hoy y otra mañana.
“Mi marido ha sido secuestrado”

Una de sus abogadas, Shezza Abboushi Dallal, compartió un mensaje de parte de la esposa de Khalil en el que indica que su marido ha sido “secuestrado” de su casa y califica de “vergonzozo que el Gobierno de los Estados Unidos continúe reteniéndolo porque defendió los derechos de su gente”.
“Exijo su liberación y retorno con nuestra familia. Su desaparición ha devastado nuestras vidas. Cada día sin él está lleno de incertidumbre, no solo para mí, sino para nuestra familia y comunidad”, añadió.
Los abogados confirmaron que Khalil envió un correo electrónico la noche anterior de su detención a la Universidad de Columbia, manifestando su preocupación por su seguridad, y que el centro ni siquiera contestó a su mensaje.
La actriz Susan Sarandon acudió al tribunal en apoyo al palestino y, al final de la audiencia, aseguró en declaraciones a los medios que “sin importar en qué posición te encuentres respecto al genocidio, la libertad de expresión es un derecho que tenemos todos”.
Unas 200 personas se reunieron en la plaza Foley frente al juzgado, con gritos de “liberad a Mahmoud Khalil”; allí, varios oradores se turnaron para defender a Khalil, así como asegurar que deben tomar las calles todos los días, y se mantuvieron atentos a las palabras del equipo legal de Khalil con gritos de apoyo ante sus declaraciones.
La protesta pacífica acabó con un detenido tras un altercado con un seguidor de Trump, que sujetaba una bandera a su favor y llevaba un gorro con la bandera de Puerto Rico que el detenido trató de arrebatar. El seguidor de Trump decidió luego permanecer allí, y contó con la 'escolta' de dos policías.