Nueva York, 13 may (EFE).- El Gobierno de Donald Trump dijo este martes que retirará otros 450 millones de dólares en fondos federales a la Universidad de Harvard, sumando un nuevo capítulo a la guerra abierta entre la Administración y uno de los centros educativos más prestigiosos del país.
“Ocho organismos federales de todo el Gobierno anuncian la supresión de aproximadamente 450 millones de dólares en subvenciones a Harvard, que se suman a los 2.200 millones de dólares suprimidos la semana pasada”, indicó en un comunicado el “Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo”, creado por Trump.
El Grupo aseguró que Harvard es “un caldo de cultivo para la señalización de virtudes y la discriminación” y que la institución “no ha hecho frente a la discriminación racial generalizada y al acoso antisemita que asolan su campus en repetidas ocasiones”.
“Hay un problema oscuro en el campus de Harvard, y al priorizar el apaciguamiento sobre la rendición de cuentas, los líderes institucionales han perdido el derecho de la escuela a obtener el apoyo de los contribuyentes”, recoge la nota.
El comunicado del Grupo, además, va firmado por abogados de los departamentos de Educación y Salud y Servicios Humanos de EE.UU.
La semana pasada, la secretaria de Educación, Linda McMahon, mandó una carta a Harvard donde advertía a su presidente, Alan Garber, de que la institución no recibirá nuevas subvenciones por parte del Gobierno por supuestamente “burlarse” del sistema de educación superior del país.
Garber respondió a la secretaria este lunes con otra carta en la que suavizó el tono, asegurando que Harvard y la Administración comparten objetivos pero difieren en sus enfoques, e insistió en que universidad no se doblegará a las injerencias del Gobierno.
Hasta ahora, Harvard ha sido la única universidad que se ha negado tajantemente a aceptar las exigencias de Trump de retirar sus políticas de discriminación positiva, a pesar de la congelación de fondos y la posible pérdida de sus exenciones fiscales.
El centro, que presentó una demanda contra el Gobierno para recuperar su financiación, ha sido calificado por el mandatario como una “amenaza para la democracia”, una institución de “extrema izquierda” y “antisemita”, con unos estudiantes internacionales que quieren “destrozar nuestro país”.
La Universidad de Columbia también se enfrentó a la retirada de fondos en marzo. Aunque aceptó seguir las exigencias de la Administración para recuperarlos, todavía sigue negociando la devolución de los mismos.