Ciudad de México, 5 ago (EFE).- La Fiscalía General de la República (FGR) anunció este martes que, con el apoyo del Gabinete de Seguridad de México y de autoridades de Tamaulipas, abrió una carpeta de investigación por el homicidio del fiscal Ernesto Vázquez Reyna, asesinado en un atentado con granadas y disparos en la ciudad de Reynosa, fronteriza con EE.UU.
En un comunicado, la FGR precisó que debido a la violencia inusitada y la “brutalidad” del delito cometido, habría “una sólida probabilidad de que este hecho provenga de la delincuencia organizada”.
Esto, abundó, debido a que en los últimos días de julio, el crimen organizado en Tamaulipas (noreste) “tuvo un grave descalabro” cuando la Secretaría de la Defensa Nacional, junto con la FGR y el Gabinete de Seguridad decomisaron más de 1,8 millones de litros de gasolina y otros combustibles, que habían sido hurtados por las bandas criminales.
Además del aseguramiento de nueve tractocamiones, doce motobombas, 39 tanques de almacenamiento móviles, tres vehículos, dos generadores de energía y una barredora industrial.
La Fiscalía señaló también que ha hecho contacto “inmediato” con las familia de la víctima con quien mostró “absoluta solidaridad” y les prometió apoyo permanente e informarles, paso a paso, los avances de la investigación correspondiente y sus resultados.
Horas antes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, había dicho durante su conferencia de prensa matutina que su gobierno apoyaría para hacer justicia sobre el asesinato de Vázquez Reyna.
El lunes trascendió el asesinato de Vázquez Reyna en la ciudad de Reynosa, aunque hasta ahora se desconocen de manera oficial los detalles del crimen.
Según un video publicado en redes sociales, presuntamente el funcionario se ve parado en la calle, pues había descendido del vehículo en el que se traslada, pero minutos más tarde un grupo de hombres armados, a bordo de un auto, dispararon en su contra para asesinarlo.
Organizaciones delictivas como el Cartel del Noreste (CDN), los antiguos Zetas, y Cartel del Golfo (CDG), organización criminal que controla la zona de Tamaulipas, mantienen una disputa por el control de los estados del noreste de México desde marzo de 2010, conflicto que ha provocado miles de muertos y desaparecidos.