Washington, 11 ene (EFE).- Varios altos cargos de Estados Unidos visitarán Ecuador en las próximas semanas para profundizar la cooperación en el combate al crimen organizado e incrementar el intercambio de información de inteligencia, anunció este jueves el Departamento de Estado.
La Administración de Joe Biden hizo este anuncio dos días después de que el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, declarara la existencia de un “conflicto armado interno” en el país suramericano contra las organizaciones criminales.
Entre los funcionarios que se espera que visiten próximamente Ecuador está el encargado de la oficina antinarcóticos del Departamento de Estado, Todd Ribinson; el subsecretario adjunto para el Cono Sur, Kevin Sullivan; y la comandante del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson.
Washington enviará también al país centroamericano personal que ayude a las autoridades ecuatorianas a conducir las investigaciones contra los criminales.
“Estados Unidos aumentará el intercambio de inteligencia, la cooperación para combatir los delitos cibernéticos y la asistencia para implementar reformas penitenciarias”, detalló el portavoz de la diplomacia estadounidense, Matthew Miller, en un comunicado.
Miller condenó los “niveles atroces de violencia y terrorismo” que ha vivido Ecuador desde el 9 de enero y prometió al presidente Noboa la “asistencia de seguridad” de Estados Unidos.
El crimen organizado en Ecuador ha protagonizado esta semana una escalada de violencia, con motines en varias cárceles, secuestros, explosiones, atentados e incluso el asalto armado a un canal de televisión en la ciudad de Guayaquil.
Ante estos episodios, el Gobierno ha declarado el “conflicto armado interno” y ha considerado a estas bandas grupos terroristas y objetivos militares.
La escalada de violencia se produce cuando el nuevo gobierno de Noboa se disponía a poner en marcha una plan para recuperar el control de las cárceles ecuatorianas, muchas de ellas dominadas internamente por estos grupos.
Esa violencia también se ha trasladado a las calles hasta hacer de Ecuador uno de los países más violentos del mundo, con 45 homicidios intencionados por cada 100.000 habitantes en 2023.