Miami, 13 jul (EFE).- La fiscal general de Florida, Ashley Moody, pidió este jueves al Departamento de Justicia de EE.UU. que desestime el pedido de las autoridades californianas dirigidas a que se investigue el programa estatal de traslado de indocumentados, una solicitud que, dijo, tiene “motivaciones políticas”.
En una carta remitida al Departamento de Justicia, la republicana Moody señaló que la investigación solicitada el pasado 6 de julio por el gobernador de California, Gavin Newsom, y el fiscal de este estado, Rob Bonta, ambos demócratas, carece de sustento legal y que no evidencia que el programa de recolocación de indocumentados atente contra alguna ley federal o local.
La solicitud de California “es un truco político ridículo. Nuestro programa voluntario de reubicación de inmigrantes es legal”, aseveró la fiscal floridana en un comunicado difundido por su oficina en el que apunta que “es chocante que California no sea lo suficientemente competente para ni siquiera articular una base legal mínima para su solicitud”.
En su último periodo de sesiones, el Congreso de Florida aprobó una norma promovida por su gobernador, el ahora aspirante presidencial republicano Ron DeSantis y quien luego firmaría el proyecto, por el que se expandían los alcances de un programa estatal de reubicación de migrantes.
En el marco de esa ley, en junio pasado decenas de indocumentados fueron trasladados a Sacramento, la capital de California, en dos vuelos fletados por el Gobierno de Florida.
El hecho mereció que las citadas autoridades californianas, junto con el alguacil de la localidad de Bexar (Texas), Javier Salazar, pidieran al fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, iniciar una investigación sobre los envíos de migrantes patrocinados por el estado de Florida hacia California y también Massachusetts.
Los solicitantes advirtieron en una carta a Garland que el mecanismo con el que Florida trasladó migrantes es “diferente” a los envíos realizados por organizaciones no gubernamentales.
Citaron además informes de prensa que daban cuenta de que los reclutadores engañaron a los migrantes para que tomaran los vuelos a esos estados, de mayoría demócrata, bajo promesas de trabajo y vivienda.