Tucson (AZ).- 10 oct (EFE). – La familia de José Antonio Elena Rodríguez, el mexicano de 16 años muerto hoy hace diez años a manos de un agente migratorio en la frontera entre Estados Unidos y México dijo a EFE que analiza presentar una demanda civil mientras prepara una vigilia para recordarlo.
Elena Rodríguez falleció el 10 de octubre de 2012 tras recibir 11 impactos de bala por la espalda por parte del agente de la Patrulla Fronteriza Lonnie Swartz a través del muro fronterizo entre Arizona y México.
Su abuela Taide Elena indicó que a’un buscan una “pequeña ventanita” para lograr justicia.
En uno de los pocos casos criminales en contra de un agente de la Patrulla Fronteriza, Swartz fue juzgado dos veces por ese caso en 2018 en la Corte Federal de Tucson (Arizona), pero salió bien librado.
Los abogados defensores argumentaron que el agente fronterizo disparó en defensa propia ya que un grupo de personas lo estaban atacando lanzando piedras desde el lado mexicano.
“No hemos podido cerrar este círculo de dolor, es una llaga abierta en nuestros corazones, sobre todo al saber que el asesino sigue libre”, dijo la abuela.
La familia ha negado que el migrante haya tenido alguna relación con grupos criminales como la fiscalía trató de relacionarlo.
La familia prepara este lunes una vigilia en el mismo lugar donde el menor fue abatido, en una calle cercana al muro fronterizo en Nogales, Sonora (México).
La abuela lamentó que el uso de fuerza letal en contra de inmigrantes no ha cambiado en la frontera.
“De inmediato entre ellos mismos investigan y desaparecen las evidencias que pudieran comprometerlos, no hay justicia”, aseguró.
La semana pasada se reportó la muerte de un inmigrante mexicano mientras se encontraba bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza en Texas.
La agencia federal no ha dado más detalles, solo que el hombre falleció en un hospital local tras recibir un disparo en la estación de la Patrulla Fronteriza de Ysleta, en El Paso (Texas).
En otro caso reciente, dos inmigrantes fueron baleados, uno de ellos fatalmente mientras buscaban tomar agua cera de la misma ciudad fronteriza.
En este caso, dos hermanos estadounidenses, uno de ellos ex jefe de un centro de detención para migrantes, fueron arrestados y enfrentan cargos.