San Diego, 16 may (EFE).- Enedina Catalán, esposa del catedrático y activista mexicano Salvador Catalán, asesinado junto con uno de sus hijos en diciembre pasado en México, informó a Efe de que se refugió en Estados Unidos con tres de sus hijos tras pedir asilo.
Catalán y su familia pudieron ingresar en el país después de intentos fallidos y gracias a gestiones de la Alianza Humanitaria Chaparral y Border Angels.
“No vengo por gusto a Estados Unidos, de hecho me siento muy triste, pero esta es la única forma de poner a salvo a los hijos que pude salvar”, expresó Enedina por teléfono.
Su esposo, un catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero, fue asesinado el pasado 9 de diciembre junto con uno de sus hijos, de 16 años.
Fueron secuestrados “por el crimen organizado en diferentes puntos, y los encontraron tres días después descuartizados en bolsas de plástico”, recordó Catalán.
“Luego me mandaron mensajes que decían que si así encontraron a mi hijo y a mi esposo, a los otros hijos y a mí ni siquiera así nos iban a encontrar”, agregó. “Fue entonces que decidimos huir de mi pueblo”.
Desde muy joven su esposo fue dirigente estudiantil y defensor de derechos humanos en Guerrero.
Cuando lo asesinaron coordinaba vigilancia comunitaria contra el crimen organizado en la zona de Tierra Caliente (Guerrero).
Enedina Catalán contó que tras las amenazas atravesaron México hasta llegar a la frontera de Tijuana y entraron al país el pasado 14 de marzo por la garita de San Ysidro (California).
La mujer dijo que se encuentra segura en Estados Unidos, junto con tres hijos y otros familiares.
“Ahora lo que le pido a Dios es que de alguna manera haya justicia para mi esposo y para mi hijo”, señaló.
Uno de los hijos dijo a Efe que en esa región del estado de Guerrero “el crimen organizado goza de impunidad porque está allegado con el gobierno” local.
El joven declaró que esa impunidad es la que llevó a su papá a respaldar la defensa entre civiles en Guerrero.
Según la organización International Crisis Group, el estado de Guerrero es la región en que más grupos delictivos armados se disputan el territorio, con la menos 40 agrupaciones.
Datos recientes del gobierno estatal dicen que a Guerrero lo disputan 22 carteles de las drogas. En la zona donde fue asesinado el profesor Catalán operan el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, los tres originados en el vecino estado de Michoacán.