Nueva York, 24 jun (EFE).- La gran feria gastronómica de Nueva York, Fancy Foods, tiene este año como país invitado a España, que pretende con ella “proyectar al exterior no solo alimentos y bebidas, sino una forma de vivir y de ver las cosas”, dijo este lunes el ministro español de Agricultura, Ganadería y Alimentación Luis Planas.
Con 77 expositores, España se convierte en el segundo país con más presencia en la feria, tras Italia, lo que refleja el “carácter puntero” del sector agroalimentario entre las exportaciones españolas, que además tiene en Estados Unidos el mercado más grande fuera de la Unión Europea, recordó Planas.
De los 70.400 millones de euros exportados en 2023 por el sector, 2.975 lo fueron a Estados Unidos, pero hay todavía mucho margen de crecimiento en un mercado de 333 millones de habitantes muy acostumbrado además al consumo de productos extranjeros.
Los productos españoles más vendidos son tradicionalmente el aceite de oliva -EEUU es su primer mercado exterior, con compras que sumaron 640 millones en 2023- y el vino -313 millones-, aunque el carácter diversificado y la alta calidad de los productos exportados tienen muy bien posicionada a España para crecer, aseguró el ministro.
Efectivamente, entre los expositores españoles en Fancy Foods hay productores de aceite, quesos de oveja -el manchego es muy conocido en EEUU-, jamón ibérico, conservas de pescado, turrones, paellas precocinadas, aceitunas, bollería fina y especias, entre otros, procedentes de casi todas las regiones de España.
Planas, que hoy visitó los estands de exportadores españoles, se reunirá mañana con empresarios estadounidenses -o españoles radicados en EEUU- del sector importador y distribuidor, con el fin de impulsar las ventas españolas de un sector que, como subrayó, beneficia no solo en lo comercial, sino a una España rural que reivindica su lugar en la política.
El ministro recordó que con sus viajes y con este tipo de ferias gastronomicas “no solo vamos proyectado al exterior alimentos y bebidas, sino una forma de vivir y de ver las cosas”, y no por casualidad recordó que los países de la cuenca mediterránea están entre los de mayor esperanza de vida en el mundo.
Un mensaje contra las tentaciones proteccionistas de Trump
Preguntado por las próximas elecciones y la posibilidad de que un nuevo mandato de Donald Trump suponga un regreso a las medidas proteccionistas, Planas no quiso citar por su nombre al candidato, pero sí abogó por “un comercio internacional basado en reglas y donde no se inicien guerras de unos contra otros”.
“En las guerras comerciales no gana nadie, y especialmente cuando se involucra al sector agroalimentario (porque) con la alimentación no se juega”, insistió Planas, aunque reconoció que España, como Europa en general, “debe estar preparada para cualquier eventualidad” en lo referente a las elecciones de noviembre en EEUU.
En 2019, en el anterior mandato, el Gobierno de Trump impuso un arancel compensatorio del 25 % sobre numerosos productos alimentarios -aceite, vino, aceitunas, quesos, cerdo congelado, clementinas, zomos de frutas, licores, etc-, y ello supuso una caída del 27 % en sus exportaciones y una pérdida de 362 millones de dólares, según cifras del ICEX.
Tras un fallo de la Organización Mundial de Comercio favorable a la UE, Washington y Bruselas anunciaron que suprimían los aranceles respectivos, pero Trump, que no ha moderado su retórica proteccionista, podría volver a implementarlos.
Además, EEUU sigue aplicando toda una serie de barreras no arancelarias a productos lácteos, carne de aves, ovino y caprino, moluscos o manzanas y peras, casi siempre con argumentos de seguridad alimentaria, que se consideran lesivas para los productos europeos.