Miami, 15 ago (EFE).- La compañía eléctrica Florida Power & Light (FPL) presentó este lunes, ante las semanas de mayor actividad ciclónica, un nuevo dron de última generación diseñado para penetrar en fuertes tormentas tropicales y facilitar mediante la información en tiempo real la restauración del flujo eléctrico tras apagones y daños.
El nuevo dron de ala fija, denominado FPAir One y del tamaño de una avioneta pequeña, es operado a distancia y puede volar hasta 1.000 millas (1.600 kilómetros) “capturando imágenes y grabando vídeos de alta calidad” del estado de las estructuras de FPL, señaló la compañía en un comunicado.
El pequeño avión tiene autonomía de vuelo como para cubrir dos veces la longitud de Florida.
El dron “identifica los problemas potenciales de la red de energía antes de que suceda una interrupción y ayuda a acelerar la restauración, tras condiciones climáticas severas”, como el azote de una tormenta tropical, destacó.
“Siempre estamos buscando nuevas formas de mejorar nuestra confiabilidad líder en la industria y mejorar la forma en que servimos a más de 12 millones de personas cada día”, dijo el presidente de FPL, Eric Silagy.
Silagy explicó que, gracias a este dron, la eléctrica de Florida podrá “observar rápidamente la infraestructura en nuestra área de servicio, que se extiende por más de la mitad del estado”, lo que redundará en “un gran beneficio para nuestros clientes”
El centro de comando de FPLAir está situado en la ciudad de West Palm Beach, al norte de Miami,
Los pilotos capacitados del Centro de comando móvil FPLAir y el Centro de control de distribución de la compañía en West Palm Beach operan de forma remota FPLAir One.
El dron puede volar frente a vientos con fuerza de tormenta tropical anticipándose así a los trabajadores de FPL para que “puedan comenzar a restaurar la energía de manera segura”, tras el paso de una tormenta.
Este dron esta diseñado para “recopilar información en tiempo real e identificar las causas de las cortes de luz”, lo que “permite el desplazamiento de las cuadrillas y los equipos correctos al lugar correcto” y “acelerar los esfuerzos de restauración” del sistema eléctrico.
La importancia de obtener imágenes aéreas lo más rápido posible se hizo evidente hace 30 años, cuando el huracán Andrew, de categoría 5, la máxima, destruyó gran parte de la red eléctrica junto con miles de hogares en una amplia franja del condado de Miami-Dade.
Los helicópteros no pudieron entonces volar hasta que el viento se calmó, de manera que el alcance de la devastación tardó en conocerse.
Este mes de agosto se cumple el 30 aniversario de Andrew, conocido como “The Big One” (el grande), que con rachas de viento de más de 260 kilómetros por hora dejó en 1992 a su paso por el condado de Miami-Dade, en el sur de Florida, un espantoso paisaje de destrucción y muerte.