Ciudad de México, 1 jul (EFE).- El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) cumple este viernes dos años como motor de la economía mexicana, que saca provecho de las exportaciones hacia Norteamérica para sostenerse en pie tras la crisis de la covid-19.
Tan solo entre enero y abril de 2022, México incrementó en un 17 % interanual las ganancias obtenidas por el comercio de sus bienes, productos y servicios hacia el exterior con una suma de 179.532 millones de dólares, según cifras de la Secretaría de Economía.
Esto es 26.628 millones de dólares más que en el mismo periodo de 2021 y un 36 % más con respecto a 2020, o bien, 47.984 millones de dólares más.
De esta cantidad, 151.357 millones de dólares fueron producto de las relaciones de negocio establecidas bajo el T-MEC, monto equivalente al 84 % del total de las exportaciones de México hacia el mundo.
El T-MEC, en vigor desde el 1 de julio de 2020, ha servido de amortiguador para México, ya que la regionalización, a la que obligó la pandemia, estrechó los lazos trilaterales en América del Norte, principalmente con Estados Unidos, señaló Juan Carlos Barrón, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN).
“Queda claro que el T-MEC en estos dos años ha servido como amortiguador, como algo que ha ayudado a que las economías y que, particularmente que la economía mexicana, no hubiera sufrido tanto como se hubiera podido pensar en otras condiciones con la pandemia por la covid-19”, comentó el académico.
SOCIOS ESTRECHOS
Con estas cifras, Estados Unidos se mantiene como el principal socio comercial de México con un comercio de 145.888 millones de dólares en el primer cuatrimestre del año, lo que representa el 81,3 % del total del comercio exterior mexicano, seguido por Canadá, que importó productos mexicanos con valor de 5.159 millones de dólares.
Barrón consideró que las crisis que han afectado al mundo, por la covid-19 y la guerra entre Ucrania y Rusia, han favorecido a Norteamérica, ya que resaltaron oportunidades dentro del “nearshoring” (reubicación de cadenas de valor), lo que abrió paso a mercancías y manufacturas mexicanas en Estados Unidos y Canadá.
El experto del CISAN también mencionó que la inversión extranjera directa (IED) sigue la misma inercia, por lo que no sorprende que los empresarios estadounidenses sean los que más invierten en el país desde que el ahora extinto Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que surgió en 1991.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, la mayor IED entre enero y marzo de 2022 se inyectó desde Estados Unidos con inversiones de 7.602 millones de dólares, mientras que el tercer inversor fue Canadá con 1.374 millones de dólares.
Las oportunidades para México también se potenciaron durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) en Estados Unidos, al iniciar el conflicto comercial con China, expuso Cynthia Valeriano López, profesora del Tec de Monterrey y experta en economía internacional.
“El tema del crecimiento de las exportaciones hacia Estados Unidos también tiene que ver mucho con esta política comercial que se implementó prácticamente desde finales del mandato del Gobierno de Donald Trump, donde se buscaba restarle presencias dentro del mercado norteamericano a China”, acotó.
T-MEC A PRUEBA
Valeriano López enunció como punto crucial dentro del T-MEC solucionar los conflictos que han causado las reglas de origen para la industria automotriz, sector que representa más del 50 % de las exportaciones de México hacia Norteamérica, así como el 4 % del producto interior bruto (PIB) mexicano.
Las reglas de origen, más restrictivas que las del TLCAN, fijan criterios necesarios para determinar la procedencia de un vehículo con respecto a su contenido nacional.
Otro tema de conflicto es el laboral, pues un punto crucial será la homologación de los salarios en México, criticados por poner en desventaja a la mano de obra de Canadá y Estados Unidos.
“Es una de las grandes preocupaciones del Gobierno canadiense porque siguen viendo como una desventaja competitiva que México explotó muchísimo al amparo del TLCAN y hasta el día de hoy, y que lo que buscan es obligar a México a elevar salarios”, explicó la especialista.
Barrón coincidió en que las controversias en el tema laboral, energético y automotriz pondrán a prueba los mecanismos de resolución de controversia que son únicos en el mundo y que se presentaron como algo innovador.
La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, defendió el miércoles que el T-MEC representa certidumbre y abre las puertas para la innovación, la integración, la digitalización y la oportunidad de mejorar la calidad de vida de los norteamericanos.
“(Representa) disciplina para promover una mayor integración y competitividad; reglas claras para que los emprendedores y pequeños empresarios participen en el comercio de la región; (…) y la posibilidad de que las empresas mexicanas sean parte de una economía digital norteamericana”, expresó en conferencia.