Washington, 6 jun (EFE).- El Tribunal Supremo de EE.UU. pidió este lunes al presidente estadounidense, Joe Biden, que se pronuncie en la demanda que Meta, la empresa propietaria de Facebook, ha interpuesto contra la firma tecnológica israelí NSO, acusada de espionaje con el programa Pegasus a políticos, periodistas y defensores de derechos humanos.
El Tribunal Supremo ha pedido específicamente al Gobierno de Biden que valore si esa instancia judicial tiene competencias para aceptar y evaluar el caso.
La empresa israelí NSO ha intentado detener los procedimientos legales con el argumento de que no puede ser demandada por Meta, ya que estaba actuando en nombre de gobiernos extranjeros -y no por iniciativa propia- cuando instaló en dispositivos móviles el programa Pegasus, usado para espionaje.
La organización francesa Forbidden Stories con apoyo técnico de Amnistía Internacional (AI) reveló en 2021 en una investigación periodística que Pegasus estaba siendo usado para espiar a políticos de relieve internacional.
Según el consorcio, uno de los móviles del presidente francés, Emmanuel Macron, figuraba en una lista de objetivos de este sistema de espionaje, junto al expresidente de la Comisión Europea Romano Prodi y al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, este último cuando ejercía de primer ministro belga.
Los teléfonos móviles del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, también fueron sometidos a escuchas “ilícitas y externas” por el sistema de ciberespionaje, según dos informes técnicos del Centro Criptológico Nacional de los que ha informado el propio Ejecutivo español.
El programa Pegasus es un programa “malware” de ciberespionaje que se instala en dispositivos móviles y es capaz de recopilar toda la información contenida en el aparato espiado, del que toma el control casi por completo, sin que el usuario lo sepa.
En castigo por el uso de ese programa, Estados Unidos ha impuesto sanciones contra su fabricante, la empresa israelí NSO Group, vetando su acceso a la tecnología estadounidense; mientras que Israel ha endurecido el control de sus exportaciones cibernéticas.
NSO Group siempre ha sostenido que sus productos están destinados a perseguir a terroristas y criminales, aunque no puede controlar cómo sus clientes los utilizan.
En enero de 2022, el presidente de NSO, Asher Levy, presentó sin embargo su dimisión después de que se destapara que el programa había sido utilizado por la Policía de Israel para espiar a ciudadanos sin orden judicial.