Bogotá, 22 jul (EFE).- La selección femenina de Colombia no ha llegado a su techo y las jugadores están convencidas de eso, razón por la cual viajaron a París con la ilusión de ganar la primera medalla olímpica para su país en un deporte de conjunto.
El equipo estará liderado en la cancha por las delanteras Linda Caicedo, del Real Madrid, y Mayra Ramírez, del Chelsea, las dos máximas figuras de una selección cafetera que llega a los Juegos en un momento marcado por los éxitos y el buen fútbol.
La selección colombiana, dirigida por Ángelo Marsiglia, tendrá además entre sus figuras a la delantera Catalina Usme, máxima goleadora de Colombia y quien hace apenas unos días se desvinculó del Pachuca; así como la defensora de la Real Sociedad Manuela Vanegas, y la central del Brighton Jorelyn Carabalí.
También aparecen otras mundialistas como la volante Leicy Santos, exjugadora del Atlético de Madrid que ahora milita en el Washington Spirit; la defensora del América de Cali Carolina Arias, y la portera Catalina Pérez, del Werder Bremen.
Las cafeteras quedaron emparejadas en el Grupo A con las selecciones de Francia, Canadá y Nueva Zelanda.
Expectativas altas
Las jugadoras colombianas fueron las primeras 18 clasificadas del país a los Juegos Olímpicos. El cupo lo consiguieron, buena parte de las convocadas, en 2022 al terminar subcampeonas de la Copa América de su país, en la que perdieron la final por 0-1 ante Brasil.
Desde entonces, el equipo ha ido creciendo y su mejor desempeño lo alcanzó en el Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda en 2023, en el que llegó hasta los cuartos de final, donde cayó por 2-1 ante Inglaterra.
En esa época el equipo era dirigido por Nelson Abadía, quien sintió el año pasado tras la Copa del Mundo que su ciclo de siete años ya se había cumplido y dio paso en el cargo a Marsiglia, que era su asistente.
El nuevo entrenador ha mantenido la base que dejó su antecesor y la identidad del equipo sigue intacta, razón por la cual no se corta al plantear las expectativas en los Juegos Olímpicos.
“Nos estamos preparando de la mejor forma para hacer historia. Eso es lo que queremos, hacer historia con una medalla para nuestro país”, manifestó el mes pasado antes de un amistoso que el equipo perdió por 1-2 con Ecuador en la ciudad caribeña de Cartagena de Indias.
Los primeros escollos
Para lograr el objetivo, lo primero que deberá hacer Colombia es superar una fase de grupos en la que quedó emparejada con selecciones de muy alto nivel: Francia, uno de los mejores equipos que buscará el oro en casa; Canadá, actual campeón olímpico, y Nueva Zelanda.
“Nos tocó con el anfitrión, que es Francia, un rival que hemos visto mucho en video. Tuvimos la oportunidad de enfrentarlo el año pasado antes del Mundial y ya sabemos todo lo que es en el terreno de juego, en la parte competitiva, pero nosotros como selección tenemos que trascender”, indicó Marsiglia.
Sobre Nueva Zelanda dijo que siempre está presente en los campeonatos mundiales y en los Juegos Olímpicos: “De pronto no tiene la misma exigencia como la puede tener Conmebol o Concacaf en cuanto a la clasificación, pero solamente hay que decir que siempre ha estado en estos torneos”.
En cuanto a Canadá, el actual campeón olímpico, el entrenador colombiano manifestó que es un rival con “mucha trayectoria en el fútbol femenino”, por lo que “nos estamos preparando de la mejor manera para ese compromiso”.
Esos pergaminos, sin embargo, no limitan a un equipo que apunta alto y confía en el talento de sus futbolistas, que están en la élite y cada vez que visten la camiseta tricolor lo reflejan.
Jorge Gil Ángel