San Salvador, 9 oct (EFE).- El Gobierno de El Salvador, a través de su Cancillería, confirmó este miércoles la muerte de dos migrantes que fueron asesinados a tiros por el Ejército mexicano en Chiapas, estado de la frontera sur de México, el pasado 1 de octubre.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería) indicó en un comunicado difundido en redes sociales que “ha recibido la confirmación oficial por parte de las autoridades mexicanas del deceso de dos compatriotas en Villa Comaltitlán, en Chiapas”.
Se trata, según la Cancillería salvadoreña, de “un hombre de 57 años originario de San Vicente (suroeste) y un adolescente de 17 años que residía en La Libertad (noroeste)”.
El Ministerio de Exteriores dio “sus más profundas condolencias” a las familias de las víctimas “a quienes se les está brindado atención consular, apoyo y acompañamiento”.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró el martes que ya hubo órdenes de arresto contra los miembros del Ejército que asesinaron a tiros a seis migrantes, entre ellos los dos salvadoreños.
“Lo que no hay es impunidad, (de) los elementos que dispararon ya hubo orden de aprehensión”, señaló la mandataria durante su conferencia de prensa matutina.
Sheinbaum aseguró que se está haciendo “todo lo necesario” para que un hecho como este “no se vuelva a repetir”.
La masacre ocurrió el pasado 1 de octubre -primer día del mandato de la nueva presidenta de México- en el estado de Chiapas, en medio del despliegue que hizo el Gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) de 36.000 soldados para tareas migratorias.
Según el Ejército mexicano, los militares involucrados, ahora a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), patrullaban en medio de la pugna de los cárteles del narcotráfico para controlar el flujo de personas y drogas del límite de México con Centroamérica y confundieron a los migrantes con delincuentes.
Los militares dispararon a 33 migrantes que viajaban en dos camionetas con supuestos criminales y causaron seis fallecidos y doce heridos.
Cada año, más de 500.000 personas procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras intentan emigrar de manera irregular a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, incluyendo miles de menores de edad.
Solo en lo que va del 2024, las autoridades mexicanas han deportado a 20.238 personas de estas nacionalidades, a las que se suman 82.110 deportaciones desde Estados Unidos y 341 de otros países, para totalizar 102.689, un 4,1 % más que en 2023.