Toronto (Canadá), 26 mar (EFE).- El primer ministro canadiense, Mark Carney, calificó este miércoles los aranceles que el presidente Donald Trump impuso al sector del automóvil como un “ataque directo” contra el país.
Carney añadió que Canadá responderá de forma unificada y que aunque los gravámenes “dañarán” la economía canadiense va a considerar medidas no arancelarias contra Estados Unidos.
“Defenderemos a nuestros trabajadores, defenderemos nuestras compañías, defenderemos a nuestro país. Y lo defenderemos unidos. Estados Unidos está dividido y eso es debilitador”, aseguró el primer ministro canadiense.
Además de sus propios aranceles en represalia, Carney aseguró que Canadá “tiene otras opciones”.
“Reuniré mañana al gabinete para discutir opciones”, dijo el líder canadiense que reconoció que todavía no tenía el decreto ley firmado por Trump por lo que no sabe con certeza el impacto de los aranceles.
Mientras el jefe del Gobierno de la provincia canadiense de Ontario, Doug Ford, donde se concentran las plantas de montaje de automóviles de Canadá, aseguró que quiere infligir “el máximo dolor posible” a los estadounidenses para que Donald Trump retire los aranceles al sector.
Ford, que en el pasado encareció la electricidad que su provincia vende a Estados Unidos y ha llegado a pedir un embargo energético al país vecino, dijo que Canadá tiene dos opciones: “Podemos agacharnos como país y nos va a arrollar hasta que (Trump) consiga lo que quiere o sentimos un poco el dolor y luchamos como nunca”.
“Yo prefiero lo último. Creo en la lucha y tendremos un gran impacto sobre el pueblo estadounidense”, añadió el líder provincial.
Ford, un político conservador que durante la campaña presidencial estadounidense se declaró un admirador de Trump, también señaló que el líder republicano está equivocado si cree que sus políticas arancelarias reducirán los precios para la población de EE.UU..