San Juan, 28 jun (EFE).- El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, llamó este martes a la Asamblea Legislativa a dejar a un lado sus diferencias y aprobar el presupuesto para el año fiscal 2022-2023, ante la posibilidad de que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) certifique el suyo propio debido al fin del plazo.
“A dos días del final del año fiscal es momento de ceder y dejar los protagonismos a un lado. Hago un llamado a que el liderato legislativo armonice sus diferencias y apruebe el presupuesto que hemos estado trabajando en conjunto”, dijo el gobernador en un comunicado.
La Cámara de Representantes cerró sus trabajos anoche sin aprobar el nuevo presupuesto, como le exigía la JSF, el ente establecido por Washington para supervisar la reestructuración de la millonaria deuda pública de la isla y el buen uso de las finanzas públicas por parte del Gobierno local.
Según el calendario acordado con la JSF, la Cámara debía aprobar el 27 de junio el presupuesto, para que hoy el gobernador lo firmara y el ente fiscal lo revisara y certificara antes del 1 de julio, fecha que entraría en vigor.
Ante el retraso, el ente fiscal advirtió hoy en un comunicado que el borrador actual del presupuesto no cumple con el Plan Fiscal de 2022, por lo que, de ser presentado, “la Junta de Supervisión adoptará y certificará su propio presupuesto” para el 30 de junio.
“Queremos que se apruebe y se certifique el presupuesto del Gobierno, no el de la Junta. Para ello, es necesario mantener el tope requerido y asegurar que se atienden las prioridades del Gobierno”, subrayó Pierluisi.
Los presidentes de la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández, y del Senado, José Dalmau Santiago, han intercambiado acusaciones sobre la situación.
“El Senado estaba listo para cumplir. Es lamentable porque esta pieza legislativa, a mi juicio, es la pieza más importante que considera la Asamblea Legislativa”, afirmó Dalmau.
Por su parte, Hernández señaló que fue Dalmau quien “le falló a Puerto Rico” al no conseguir los votos necesarios en ese cuerpo para aprobar las medidas en la fecha solicitada por la JSF.
“La falta de voluntad política del Senado coloca en riesgo las finanzas de los municipios, el dinero de la Universidad de Puerto Rico, y el retiro de los empleados públicos”, agregó.
En vista de estas desavenencias, el gobernador exhortó a ambos líderes a “actuar con la debida flexibilidad y desprendimiento para aprobar estas medidas sin mayor dilación”.