Ciudad de México, 16 may (EFE).- A partir de este viernes y hasta el próximo 3 de agosto la cartelería, el boxeo, los tianguis y los murales característicos del barrio popular de Tepito, ubicado en la Ciudad de México y conocido por ser uno de los más peligrosos de la capital mexicana, se podrán disfrutar en la galería José María Velasco.
‘Desde el corazón del barrio: Tepito raíces profundas, voces que resuenan’ es el nombre de la exhibición colectiva que reúne a artistas del suburbio para hacer ver que Tepito no es solo un territorio pobre o con una alta delincuencia, sino una oportunidad para los muchos habitantes estigmatizados de esta zona en transformación.
“Tepito no es que sea solamente estigmatizado. Claro que hay mucho de lo que se habla, pero al final también son estos barrios que tienen mucha efervescencia (…) Es un barrio que puede transformarse y también transformar a la gente”, explica el fotógrafo Alan Carranza, uno de los artistas participantes.
Esta esperanza en el barrio en donde creció y del que no ha salido, llevó a Carranza a fotografiar a jóvenes que al igual que ídolos de Tepito -como el futbolista Cuauhtémoc Blanco o el boxeador Raúl el 'Ratón' Macías- soñaban con darse a conocer mundialmente.
“Salen boxeadores, futbolistas, luchadores, pero también salen pintores. Somos gente que salimos con hambre de hacer cosas, hambre de sobresalir”, expresa.
Un pasado ligado a la cultura

Tepito se ubica entre lo que en las civilizaciones prehispánicas eran las ciudades gemelas de Tlatelolco y Tenochtitlan, fundadas por los mexicas, y que en la actualidad pertenecen a uno de los mayores epicentros culturales, no solo de México sino de todo América.
“(Tepito) ha sido un espacio de frontera, de migración desde el antiguo México. Siempre ha sido un lugar que resiste y que existe (…) Es un espacio de lo común, de compartir dolores, alegrías, placeres, memorias e historias”, desarrolla la curadora de la exposición, Grecia González.
Con este espacio, González pretende que los ciudadanos de Tepito no solo puedan disfrutar de su arte como llevan haciendo más de 70 años en esta galería, sino que además sean escuchados.
“Sobre todo se buscan esas inquietudes que tiene el barrio y los intereses que tienen más allá de proponer alguna exposición, que sea una escucha activa, que sea algo que también la misma comunidad disfrute”, comenta.
Arnold Zpadaz es uno de los muchos artistas de Tepito que de niño idolatraba a Michael Jordan. Esta pasión por el deporte y las zapatillas de su héroe, se unieron con el que es el oficio de su familia desde hace más de tres generaciones: la carpintería.
“Yo no consideré esto como algo artístico, como una oportunidad, simplemente tomé el oficio y el material que heredé y decidí crear con lo que tenía a la mano”, confiesa.
De ese arrojo surgieron las zapatillas deportivas hechas de madera o la camiseta del mismo componente con los colores rojinegros y el mítico 23 de Jordan expuestas en los corredores.
Aunque Zpadaz revela que hacía arte para él mismo, ahora piensa que su corriente puede ser un referente para el barrio, alguien que “le dio otra óptica y sentido a esta cultura”.
“Pasaba por aquí de niño y nunca entré porque justo tenía el sentimiento de que para entrar a una galería tenías que saber de arte o pertenecer a cierto sector (…) La apertura de estos lugares lo único que puede hacer es mejorar el barrio”, concluye.
