Naciones Unidas, 3 nov (EFE).- Los dos productos vitales para la supervivencia de los gazatíes, el pan y el agua, dependen de la provisión de la ONU a través de su agencia para los refugiados palestinos (UNRWA), subrayó hoy el subdirector de esta última agencia en Gaza, Thomas White, en una conferencia en la sede de la ONU.
Por videoconferencia desde Gaza, White dijo que UNRWA financia 89 panaderías en toda la Franja, que producen el pan necesario para alimentar a 1,7 millones de personas, un pan que se amasa con las 370 toneladas de harina que la agencia provee a diario.
Sin embargo, el pan que sale de esos hornos apenas alcanza para “una o dos piezas” de pan árabe por persona actualmente, advirtió White, que recalcó que nunca en veinte años de carrera había visto una catástrofe humanitaria como la actual.
Es también UNRWA la que financia la autoridad local para la desalinización y la que ayuda a operar las plantas desaladoras que convierten el agua marina en apta para el consumo humano, señaló White.
A estos dos elementos vitales se añade el techo que UNRWA provee a medio millón de gazatíes, al transformar las escuelas en centros de refugio donde se hacinan ahora los desplazados, que cuadruplican la capacidad de acogida de estas escuelas.
Una bandera de la ONU que ya no protege
Pero White hizo un dramático llamamiento a quien considere que las escuelas de UNRWA son un lugar seguro solo porque ondea sobre ellas la bandera azul de la ONU.
“Más de cincuenta de nuestros establecimientos han resultado impactados en este conflicto, incluyendo cinco ataques directos. Al menos 38 personas han muerto en nuestros refugios, y me temo que con la continuación de los combates, estas cifras van a crecer significativamente”, dijo.
Y aun así, subrayó: “No quiero imaginar el día en que la bandera de la ONU ya no ondee en Gaza, porque verdaderamente es la única esperanza para el pueblo de Gaza en este momento”.
Antes que White, tomó la palabra el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, quien recordó por su parte que la guerra en Gaza ha dejado ya 1,4 millones de desplazados “que no tienen adonde ir, y tampoco pueden salir”.
Griffiths alabó el trabajo de UNRWA, que se produce en situación de alto riesgo, y lamentó que 72 empleados de la agencia hayan muerto en los bombardeos, en la mayoría de los casos junto a todas sus familias.
Según Griffiths, este es probablemente el conflicto que más vidas ha costado a las agencias de la ONU en toda la historia.