Nueva York, 2 jun (EFE).- El musical 'Chicago', uno de los más premiados de Broadway, cumple mañana martes 50 años de su primera versión creada por Fred Ebb y Bob Fosse en 1975, aunque la versión actual -la más exitosa- fue un 'remake' estrenado en 1996 y convertido desde entonces en una de las obras más populares en el disputado mercado neoyorquino.
'Chicago' se basa en una obra de teatro con el mismo nombre de 1926, escrita por Maurine Dallas Watkins, periodista que cubría para el Chicago Tribune la información de tribunales de la ciudad. Esta experiencia le sirvió como inspiración para crear esta obra, convirtiéndose en su trabajo más destacado.
La trama sigue a Roxie Hart, una aspirante a estrella que acaba en la cárcel después de matar a su amante con quien engañaba a su marido. Allí, conoce a Velma Kelly y otras reclusas que están acusadas de asesinar a hombres por diversos motivos.
Gracias a su astuto abogado Billy Flynn, ambas mujeres son defendidas en los tribunales, y en ellos deben recurrir a las mentiras y la manipulación de la narrativa y de la prensa con tal de obtener su libertad.
Aunque la obra contó ya en 1927 su primera adaptación a la gran pantalla con una versión en cine mudo, la película de 2002 es la más conocida al haberla protagonizado actores de la talla de Richard Gere en el papel de Billy Flynn, Renée Zellweger como Roxie y Catherine Zeta-Jones como Velma. Aquella película ganó seis Oscars, incluyendo el premio a mejor película.
Un 'clásico' de Broadway

'Chicago' es el segundo musical que más tiempo ha estado en Broadway, después de 'El fantasma de la ópera', lo que lo convierte en un clásico que no pasa de moda y al que los turistas y locales acuden por el glamour de los años 20 y la época del jazz, así como por un historia que atrapa al espectador con sus canciones pegadizas.
Estas canciones dan forma al musical y permanecen en la mente de muchos incluso tras caer el telón, como es el caso de 'All That Jazz' o 'Cell Block Tango', donde las reclusas relatan como mataron a su parejas, exparejas y amantes al ritmo del estribillo: “he had it coming” (se lo estaba buscando).
La escenografía, a pesar del glamour de los locos años 20, es sobria y oscura, de forma que el espectador pueda recrear el ambiente de Chicago de entonces, así como de la cárcel donde se encuentran, al tiempo que presta atención a la narrativa, los personajes y la música.
A lo largo de sus cinco décadas en Broadway, numerosas caras conocidas han interpretado los papeles protagonistas, y entre ellas destacan Liza Minnelli, Pamela Anderson o Melanie Griffith que interpretaron el personaje de Roxie, o Colman Domingo o Patrick Swayze caracterizados como Billy Flynn.
Recientemente, en el intento de atraer al público a la industria de Broadway, los musicales están optando por que estrellas del mundo del espectáculo interpreten algunos de los papeles principales durante un tiempo limitado en sus funciones. En los últimos meses, han pasado por el escenario de 'Chicago' el cantante colombiano Sebastián Yatra y la modelo Ashley Graham.
Protagonismo femenino

Algunos de los elementos del musical, como puede ser el poder de las celebridades y el apoyo incondicional del público, la manipulación de la prensa o el sensacionalismo, son temas que están vigentes en la actualidad y que permiten que el público reflexione e identifique elementos contemporáneos.
El protagonismo de las mujeres es uno de los factores principales de la historia en la que comenzaban a cambiar las opiniones y las concepciones sobre la población femenina y su rol en la sociedad.
En estos casos concretos de asesinatos pasionales, que eran juzgados con jurados casi exclusivamente masculinos, se solían imponer la pena de muerte, por lo que las condenadas eran colgadas en la horca. En Chicago surgió así la leyenda de que las mujeres atractivas no podían ser condenadas a morir y, en muchas ocasiones, eran convertidas por la prensa en celebridades y en las protagonistas de múltiples titulares.
El musical consiguió colocar a los personajes femeninos, sus opiniones y sus preocupaciones en el foco de atención de forma que invertía la narrativa predominantemente masculina, tanto en los escenarios como en la realidad de la época.