Miami, 19 abr (EFE).- Los operadores del Miami Seaquarium han presentado este viernes una demanda federal contra Miami-Dade, tras la rescisión del contrato de arrendamiento que hizo el Gobierno de este condado del sur de Florida (EE.UU.) el pasado mes de marzo.
La querella interpuesta por MS Leisure Company, una subsidiaria de The Dolphin Company, la firma que opera el acuario de Miami, acusa al condado de incumplimiento de contrato y pide además una compensación económica de 35 millones de dólares por los daños económicos y a la reputación de la firma.
Este domingo vence el plazo dado por el Gobierno de Miami-Dade para que queden desocupadas las instalaciones del Seaquarium, ubicado en la isla de Virginia Key, en la Bahía Vizcaíno y cerca del centro de Miami.
La compañía señala que el incumplimiento de Miami-Dade “afecta a las capacidades operativas del Seaquarium y los planes de desarrollo futuros”.
“Con un trato justo y el apoyo del condado de Miami-Dade, podemos superar los desafíos actuales y emerger más fuertes, para el beneficio de nuestra comunidad, nuestro personal y los animales que nos dedicamos a proteger”, ha manifestado el presidente ejecutivo de The Dolphin Company, Eduardo Albor.
La demanda judicial alega también prácticas regulatorias desleales y políticas restrictivas de zonificación y de uso de la tierra.
La compañía denuncia que el condado ha impuesto regulaciones que “se dirigen injustamente a las operaciones del Miami Seaquarium”, las cuales obstaculizan su misión de conservación y educación.
En marzo pasado el Gobierno de Miami-Dade rescindió el contrato de arrendamiento del acuario, uno de los más antiguos de Estados Unidos, debido a las “numerosas y significativas violaciones e incumplimientos” en detrimento de la fauna marina del establecimiento.
Sostuvo que el acuario, fundado en 1955, falló en mantener a los animales de acuerdo con las leyes y regulaciones federales y recordó que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) halló “varias violaciones” en este establecimiento.
Pocos días después, The Dolphin Company pidió a las autoridades condales que dejara sin efecto el aviso de desalojo, cuyo plazo se cumple este domingo.
El contrato de arrendamiento originalmente estaba previsto que se extendiera hasta 2044.
La compañía dio cuenta de algunas acciones correctivas que tomó tras las inspecciones del USDA y afirmó que el Seaquarium “nunca ha sido objeto de una acción administrativa de cumplimiento” por parte de esa agencia o de la Asociación para el bienestar animal (AWA).
El establecimiento, de quince hectáreas, ha sido objeto de polémica a causa de la orca Lolita, que murió el año pasado tras más de medio siglo en cautividad en dicho acuario.
Hasta su deceso, Lolita estuvo confinada en una piscina de unos 18 metros de longitud y una profundidad máxima de 6,1 metros.
Cuando murió la estaban preparando para su liberación en aguas del Pacífico estadounidense, de donde era originaria.