Miami, 29 mar (EFE).- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro hizo este miércoles el embarque para su viaje de regreso a Brasil desde el aeropuerto de Orlando (Florida), la ciudad donde pasó los últimos tres meses, según informó la CNN.
Las cámaras del canal de noticias captaron a Bolsonaro a su llegada al aeropuerto y saludando muy sonriente a las personas que se le acercaban y tomándose fotografías, antes de dirigirse hacia el puesto de embarque para su vuelo.
Bolsonaro, que enfrenta varias investigaciones en diferentes instancias judiciales de su país, llegará previsiblemente en un vuelo regular al aeropuerto de Brasilia a las 7.10 hora local (10.10 GMT), según anunció su formación política, el Partido Liberal (PL).
Según el canal brasileño Jovem Pan, tras su llegada a Brasil, podría dirigirse directamente a la sede del Partido Liberal (PL), al que se afilió en 2021, para desayunar con miembros de esa formación.
El PL lo nombró “presidente honorario” tras su campaña en busca de la reelección frente a Luz Inácio Lula da Silva, quien lo derrotó en las urnas en octubre pasado por una diferencia de 1,8 puntos porcentuales.
Bolsonaro (2019-2023), quien continúa sin reconocer su derrota electoral ante el progresista Lula da Silva, regresa a Brasil después de tres meses de estancia en Orlando, a donde llegó el pasado 30 de diciembre siendo todavía jefe del Estado.
El capitán retirado del Ejército, de 67 años, viajó dos días antes de terminar su mandato, con lo que rompió la tradición de pasarle la banda presidencial al sucesor en la Presidencia, en este caso Lula, su mayor adversario político.
En vísperas de su regreso a Brasil, Bolsonaro dejó entrever desde EE.UU. en una entrevista a la cadena Jovem Pan que hará oposición al Gobierno del actual mandatario brasileño.
El Gobierno de Lula ha declinado manifestarse sobre el regreso del exmandatario, quien según el PL vuelve al país con la “tarea” de reagrupar a las fuerzas de la derecha, parcialmente atomizadas desde que Lula está en el poder.
Bolsonaro es investigado en su país por la invasión de sus seguidores más radicales de las sedes de los tres poderes el pasado 8 de enero.
En las últimas semanas se ha agregado una investigación, que aún no ha llegado a tribunales, sobre valiosos obsequios que recibió de Arabia Saudí en su condición de mandatario y conservó después de dejar el poder, pese a que debía entregarlos al Estado.
El expresidente de Brasil vivió estos meses en el centro de Florida rodeado del apoyo de sus seguidores entre la numerosa comunidad brasileña y cuidándose de no hacer declaraciones que pudiera alamar a las autoridades de EE.UU.
Su presencia en EE.UU. se volvió más controvertida a raíz del ataque a los tres poderes en Brasilia que protagonizaron en enero cientos de sus seguidores para derrocar al Gobierno de Lula da Silva.
Durante su estancia en Orlando, Bolsonaro se hospedó en casa de un luchador de artes marciales mixtas, José Aldo, e hizo una vida normal con visitas a supermercados, restaurantes y templos, según los videos colgados en las redes por sus seguidores.
También tuvo un encuentro multitudinario con sus seguidores, que le gritaron “quédate, quédate”, en un restaurante de Orlando y participó como orador principal en un foro político conservador en Doral (Miami) y se reunió en Washington con el expresidente Donald Trump.
Poco después de su llegada a EE.UU. pasó por un hospital por una dolencia abdominal derivada de las heridas que sufrió en un atentado durante la campaña electoral de 2018 que le llevó a la Presidencia.