Andrea Montolivo
Chicago (EE.UU.), 8 nov (EFE).- La bandera de EE.UU. colgada en un hombro para cubrir el logo de Reebok en la ceremonia de entrega del oro olímpico en Barcelona '92. Fue el gran desafío de Michael Jordan por solidaridad con su histórico patrocinador, Nike. Un gesto icónico para un Dream Team inolvidable. Esa bandera se vendió por 1,8 millones de dólares esta semana en una subasta de Nueva York.
Más de 21 años después de su retirada del baloncesto, Jordan sigue siendo una garantía de negocio. La casa Sotheby's cerró esta semana la subasta de la colección 'Colossal – The Ultimate Jordan Collection'. Además de la 'bandera de la discordia', incluía unas camisetas de los Chicago Bulls llevadas por Jordan en los años 80 y 90. En total, estos objetos se vendieron por 8,5 millones de dólares.
'MJ', Magic Johnson, Scottie Pippen, Larry Bird, Karl Malone, Charles Barkley, John Stockton, son solo algunos nombres del Dream Team de Barcelona '92, que dominó el torneo olímpico. Ganó todos los partidos con un promedio de margen de más de 43 puntos. Reebok pagó millones de dólares para vestir a las estrellas estadounidenses. Un choque de intereses para muchas de ellas, que tenían millonarios contratos de patrocinio con otras marcas.
La orden era que los jugadores lucieran el logo de Reebok en la ceremonia de entrega del oro. 'MJ' reconoció que lo tomó personalmente. Y se plantó. Fue a recibir el oro llevando una bandera de Estados Unidos colgada en el hombro derecho para cubrir la marca de su chaqueta. La foto dio la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo del desafío de Jordan.
La estrella de los Bulls, que protagonizaría su ciclo dorado en Chicago con seis anillos NBA, manifestó su solidaridad a Nike, la marca que le acompañó a lo largo de toda su carrera.
No fue el único jugador del Dream Team en plantarse. En las fotos de la ceremonia, se aprecia cómo varios compañeros llevaron sus chaquetas abiertas precisamente para tapar el logotipo de Reebok.
La bandera de Estados Unidos usada por Jordan, cuya autenticidad fue certificada por la empresa especializada MeiGrade System, tiene valor añadido por llevar las firmas de varias estrellas del Dream Team. Su precio se disparó en las últimas 24 horas de la subasta en Sotheby's, cuando pasó de los 600.000 dólares a la cifra final de 1,8 millones.
Un negocio infinito
Los objetos que pasan por las manos de Michael Jordan son una mina de oro para sus propietarios y las casas de subasta.
En la colección vendida el pasado martes por Sotheby's, había una camiseta que 'MJ' llevó en al menos 17 partidos en la temporada 1996-1997, la de su quinto anillo de campeón NBA. ¿Su precio de venta? 4,7 millones de dólares.
Otra camiseta de los Bulls, que lució Jordan en el curso 1988-1989, se vendió en la misma subasta por 1,1 millones de dólares.
Y es que la demanda por camisetas y símbolos de la época dorada de Michael Jordan en los Bulls dispara los precios incluso para las réplicas de los uniformes de la franquicia de Chicago.
En la tienda del United Center, casa de los Bulls, las camisetas de Michael Jordan se venden por 325 dólares.
Perfeccionista del estilo
Obsesionado con la perfección en pista, Michael Jordan ha mantenido ese mismo estándar a la hora de encarar los negocios. Elección de colores, materiales, gráfica solían ser elementos clave de las reuniones estratégicas para diseñar los productos de su marca 'Jordan'.
En el año fiscal 2023, 'Jordan' fue responsable por 6.590 millones de los 50.600 millones de dólares ingresados por Nike, según estima 'Forbes'.
Hans George fue mánager de la marca 'Jordan' de 1998 a 2003 y trabajó junto a 'MJ' como parte de su exitosa carrera de 24 años como alto directivo de Nike.
“Lo grande de trabajar con él era que tenía muy claro cómo quería sus productos. Esto no pasa con todos los deportistas, algunos no saben y tienes que ayudarles, pero él aprendió inmediatamente, sabía lo que quería y cómo había que hablar de sus productos”, aseguraba a EFE George en una entrevista concedida en ocasión del 60 cumpleaños del exjugador de los Bulls.
“Le interesaban mucho los colores, la gráfica, la elección de los materiales. Lo primero que noté de él fue que tenía las ideas muy claras, era fácil entenderle. Muchos deportistas tienen amigos o expertos de estilo que les aconsejan, pero él se encargaba sólo y no quería que nadie se metiera”, añadía.