Washington, 4 sep (EFE).- El autor del atentado en la embajada israelí de Washington, que dejó como víctimas a una pareja de trabajadores, se declaró este jueves no culpable de los cargos por delito de odio ni de los otros que enfrenta.
Elías Rodríguez, de 31 años, fue acusado hace un mes de crímenes de odio con resultado de muerte, que se añadieron a los cargos iniciales de homicidio en primer grado y homicidio contra oficiales extranjeros a los que se enfrentó en un primer momento, entre otros.
En una audiencia celebrada este jueves en el Tribunal de Distrito del Distrito de Columbia, en Washington, Rodríguez rechazó los cargos pese a que confesó haberlo hecho en el momento de la detención.
De ser declarado culpable de este delito, el acusado podría enfrentar la pena de muerte.
Según varios medios, el juez a cargo del caso, Randolph Moss, pidió a la defensa que presentaran un informe en base a la respuesta de Rodríguez antes del 5 de diciembre.
Rodríguez está acusado de asesinar a Yaron Lischinsky, de 30 años, y Sarah Lynn Milgrim, de 26, dos empleados de la embajada de Israel en Washington, quienes salían de un evento en el Museo Judío de la capital estadounidense el 21 de mayo.
Cuando los agentes llegaron al museo, Rodríguez solicitó hablar con la policía y les dijo: “Lo hice por Palestina, lo hice por Gaza, estoy desarmado”, según los documentos de la acusación.
Luego, Rodríguez fue puesto bajo custodia.
Desde el primer momento en que alegó que lo hizo por Palestina, como protesta a lo que ya varios expertos, ONGs y organismos como los de la ONU confirman como un genocidio o un posible genocidio en Gaza, fue acusado de antisemitismo por la Administración Trump.
“Estos horribles asesinatos en Washington D. C., claramente motivados por el antisemitismo, deben terminar ¡YA! El odio y el radicalismo no tienen cabida en los Estados Unidos”, aseguró el presidente, Donald Trump, en un mensaje en Truth Social horas después del atentado.
Los fiscales no han añadido este jueves si pedirán la pena de muerte, pero la fiscal general, Pam Bondi, aseguró, tras conocer los hechos que buscaría “el castigo más severo posible para el autor de este atroz crimen”.