Nueva York, 17 ago (EFE).- El hombre acusado de intentar asesinar al escritor Salman Rushdie en Nueva York afirma que sentía aversión hacia él por haber “atacado el Islam”, pero negó estar en contacto con Irán o haber leído entero su libro “Los versos satánicos”, según dijo en una entrevista con The New York Post publicada este miércoles.
El escritor de 75 años, contra quien el ayatolá Jomeiní emitió una fatua pidiendo su asesinato en 1989, fue apuñalado diez veces durante un evento literario público por Hadi Matar, de 24 años, nacido en EE.UU. y considerado por expertos en radicalismo islámico como un simpatizante de Irán y la Guardia Revolucionaria iraní.
En la breve entrevista del Post al acusado, que está recluso en una cárcel de Chautauqua (norte de Nueva York), este expresó sorpresa por que Rushdie haya sobrevivido a su ataque y evitó, por consejo de su abogado, declarar si se inspiró en la fatua del ayatolá, aunque dejó clara su simpatía hacia el exlíder iraní.
“Respeto al ayatolá. Creo que es una gran persona. Eso es todo lo que diré sobre el asunto”, dijo el reo, que negó tener contacto con Irán o con el ala dura del régimen.
Sobre el libro que llevó a Jomeiní a emitir la orden de asesinato hace más de tres décadas, Matar agregó: “He leído un par de páginas. No me he leído la cosa entera de portada a portada”.
En cambio, afirmó haber pasado tiempo viendo sus vídeos en YouTube: “Vi muchas charlas. No me gusta la gente así de falsa”.
Agregó que se enteró del evento en el que participaba Rushdie cuando hace meses vio un anuncio en internet, y expresó su aversión hacia él con repetidas frases como “no me gusta” y “es alguien que ha atacado el Islam, ha atacado sus creencias, su sistema de fe”.
Sobre el atacante, hijo de inmigrantes libaneses, se han conocido hoy más detalles en un artículo de The New York Times que recoge declaraciones de sus conocidos describiéndolo como solitario, aislado y callado, y de su madre, que dice que en 2018 volvió de un viaje a Oriente Medio muy enfocado en ser un fiel del Islam y que asegura que no quiere saber más de él.
Rushdie permanece en estado grave en un hospital de Pensilvania y los detalles sobre su salud han sido escasos, pero su hijo ha dicho que ya no necesita respiración asistida y ayer trascendió que era “elocuente” cuando fue entrevistado por los agentes de policía.