Washington, 21 oct (EFE).- El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, otorgó este lunes el premio 'Global Anti-Racism Champions' a seis personas de todo el mundo por su lucha antirracista y por la promoción de los derechos humanos, entre ellos a una activista mexicana y una exministra de Bolivia.
El galardón busca reconocer a líderes de la sociedad civil por su liderazgo y compromiso con la promoción de la equidad racial y la justicia social, y les invita a participar en un programa de intercambio de visitantes internacionales con profesionales estadounidenses de su misma área, creado para dar apoyo a los objetivos de la política exterior de EE.UU.
En esta segunda edición, el departamento de Estado premió a Dintie Sule Tayiru (Ghana), John Leerdam (Países Bajos), Elvis Shakjiri (Macedonia del Norte) y Urmila Chaudhary (Nepal), Tanya Duarte (México) y Tomasa Yarhui Jacomé (Bolivia).
La ceremonia de entrega contó como anfitriones con el secretario de Estado, Antony Blinken, y la delegada especial de equidad racial y justicia del departamento, Desirée Cormier Smith.
Blinken lamentó que “demasiadas personas en todo el mundo, siguen sufriendo discriminación y violencia” y, aunque alabó el compromiso del presidente del país, Joe Biden, con la equidad social, reconoció que aún queda trabajo por hacer.
“Seguimos esforzándonos por hacer realidad la confianza y la verdad consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, afirmó.
La delegada, por su parte, aseguró que gracias al compromiso de los premiados, el mundo es “más seguro y pacífico” para todos.
Primera ministra indígena de Bolivia
Tomasa Yarhui Jacomé, quien en 2002 se convirtió en la primera mujer indígena en ser ministra de Bolivia, celebró el reconocimiento como un logro colectivo de todas las mujeres indígenas.
“Significa mucho para las mujeres indígenas, porque sufrimos mucha exclusión y tenemos que romper muchas barreras para ser escuchadas”, explicó en una entrevista con EFE.
La indígena quechua, que llegó a dirigir el ministerio de Asuntos Campesinos y Pueblos Indígenas y Originarios de Bolivia, decidió trabajar por los derechos de las personas indígenas después de sufrir el racismo y la exclusión en sus propias carnes cuando era pequeña.
“Fui de una de las primeras niñas que salió de mi pueblo a la ciudad para poder estudiar, pero lamentablemente no pude soportar la discriminación por ser una niña indígena y volví a las filas del sindicalismo y me empecé a empoderar”, recordó.
Asimismo, denunció que los pueblos indígenas son los que menos contaminan y los que se llevan “la peor parte de la contaminación”, otra de las luchas que abandera.
“Los pueblos indígenas estamos elevando nuestra voz para que le den una mirada y un alto a la contaminación y que le den una mirada con políticas públicas hacia nuestro sector”, apuntó.
Activista afromexicana
Otra de las premiadas, Tanya Duarte, contó a EFE que fue “una sorpresa” recibir el reconocimiento, pues, ella “no era consciente” de que su trabajo se conocía fuera de su país.
Duarte es una feminista afromexicana y una activista antirracista que lleva más de 35 años trabajando en apoyo a las comunidades marginadas de México y que cofundó el Congreso de Afromexicanidad.
La activista lamenta que los afrodescendientes no están ni siquiera “incluidos” en la Constitución de su país de manera adecuada.
“La gran mayoría de la gente en México sigue ignorando su afrodescendencia por completo. Hay una deuda histórica, un blanqueamiento de la historia que continúa hasta el día de hoy. Hay un genocidio intelectual”, denunció.
Dijo no tener esperanzas en que el Gobierno de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, vaya a avanzar en el problema.
Con una mirada en las próximas elecciones de Estados Unidos, donde se enfrentan dos modelos prácticamente opuestos, al menos en su área, confía en que la gente “tome la mejor decisión”.
“Quiero pensar que será la señora (Kamala Harris), no solamente por lo que ella representa, sino porque sería una catástrofe a nivel mundial que fuera lo contrario”, confesó.