Nueva York, 12 may (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este domingo que Israel no tiene un “plan creíble” para la protección de civiles en la ciudad gazatí de Rafah pero le sigue suministrando armas a excepción de bombas de gran carga explosiva, que están en “pausa”.
Blinken intervino en el programa ´Face the Nation´ de CBS y dijo que la Casa Blanca ha expresado sus preocupaciones a Israel desde hace “meses” sobre una gran operación en el área de Rafah, donde hay 1,4 millones de desplazados por la guerra, y aseguró que EE.UU. no la apoyará si no ve esos planes.
“Hemos dicho a Israel que no podemos, y no apoyaremos, una gran operación militar en Rafah en ausencia de un plan creíble para proteger a los civiles”, dijo el político demócrata, que reiteró que no ha “visto” planes ni en ese sentido ni en el de la reconstrucción de Gaza.
De hecho, Blinken sostuvo que Washington lleva “muchas semanas desarrollando planes creíbles para la seguridad, gobernanza y reconstrucción” de Gaza con “países árabes” y otras naciones, pero no ha habido un esfuerzo en la misma dirección por parte de Israel.
“Hemos sido claros en que si Israel lanza esta gran operación militar en Rafah, habrá ciertos sistemas que no vamos a apoyar ni suministrar para esa operación”, abundó el secretario, pero al ser preguntado por si ha pausado el envío de armas al Estado judío, ofreció una negativa.
“Ahora mismo, lo único que hemos retrasado y estamos pausando son estas bombas de alta carga explosiva, porque estamos en una conversación activa con Israel dado el impacto que estas armas pueden tener si se usan en áreas densamente pobladas incluyendo Rafah”, empezó a contestar.
La periodista Margaret Brennan insistió en si era posible que sean enviadas esas bombas, y Blinken reiteró que EE.UU. lo está negociando con Israel pero tiene “preocupaciones reales” sobre su uso.
Blinken justificó el suministro de armas a Israel diciendo que afronta un “entorno militar extraordinariamente complejo” porque el grupo islamista Hamás se retiró a Gaza tras los ataques del 7 de octubre y se esconde bajo infraestructuras civiles, y advirtió que sus efectivos “están volviendo” a áreas “limpias”.
El secretario de Estado dio también una entrevista esta mañana en ´Meet the press´, de NBC, y ofreció una misma interpretación: que una operación a gran escala en Rafah supone un riesgo “terrible” para los civiles y puede no ser completamente efectiva contra Hamás.
“Israel está en la trayectoria de potencialmente heredar una insurgencia porque queden muchos (terroristas de) Hamás armados allí o, si se van, un vacío lleno de caos, de anarquía, y que probablemente será recuperado por Hamás”, dijo en ese canal.
Blinken señaló el “sufrimiento de los civiles” que han muerto o resultado heridos en Gaza por la operativa israelí desde que empezó la guerra en octubre y consideró “razonable valorar” que en muchos casos “Israel no ha actuado de una manera que sea compatible con el derecho humanitario internacional”.
Esa calificación de la conducta de Israel como ‘incompatible’ con el derecho humanitario internacional ya apareció en el informe del Departamento de Estado entregado el viernes al Congreso, aunque este no concluye que el país haya cometido violaciones ni que EE.UU. deba parar la venta de armamento.