Los Ángeles, 18 ago (EFE).- Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) abrieron fuego contra un vehículo durante un operativo migratorio en el sur de California el fin de semana, confirmó este lunes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en un incidente que calificó como “un acto de defensa”.
Un portavoz del DHS dijo a EFE que durante un operativo policial selectivo en San Bernardino, una ciudad que pertenece al área metropolitana de Los Ángeles, un agente migratorio disparó contra un vehículo después que dos oficiales fueran atropellados la mañana del pasado sábado.
Las declaraciones de DHS contrastan con las de los tres hombres hispanos que viajaban en la camioneta, que se topó con los agentes migratorios cuando recién habían salido de su casa.
Varios videos tomados por los ocupantes de la camioneta muestran cómo los agentes encapuchados le exigían al conductor que abriera la puerta del vehículo, sin mostrar una orden de arresto, por lo que él se negó.
Uno de los hombres que viajaba en la camioneta pidió a los agentes que se identificaran y segundos después los oficiales rompieron las ventanas delanteras, lo que hace que el conductor, un latino que vive en Estados Unidos hace más de 23 años, ponga en marcha el vehículo y se vaya, cuando suenan al menos tres disparos, según las imágenes.
El funcionario del DHS dijo que el conductor se dirigió directamente hacia los agentes, atropellando a dos de ellos con su vehículo.
“En respuesta a este acto violento, un agente de la CBP se vio obligado a disparar su arma en defensa propia. El sujeto huyó del lugar”, agregó.
En respuesta, Javier Hernández, director ejecutivo de Inland Coalition for Immigrant Justice (ICIJ), que conoció del caso, dijo al periódico Los Angeles Times que en el momento en que los agentes rompieron las ventanas, el conductor del vehículo sintió que “su vida corría peligro”, al igual que la de su hijo y su yerno, con los que viajaba, por lo que decidió marcharse.
La familia quiere una investigación y desmentir las acusaciones de que quisieron porque atropellar a los agentes, indicó Hernández.
El hijo del conductor, un joven de 18 años y ciudadano estadounidense, iba en el asiento del copiloto, y su yerno, de 23 años, iba en el asiento trasero.
El conductor reportó el incidente a la Policía de San Bernardino.
Poco después, agentes de la policía como del DHS rodearon la casa de la familia y permanecieron en el lugar por varias horas a pesar de no presentar una orden judicial, “presionando al individuo para que saliera y atemorizando a toda la familia”, declaró la organización en un comunicado.
“Esto es un claro abuso de poder. Disparar contra civiles, detener a familias sin motivo y silenciar las voces de la comunidad es inaceptable y debe terminar”, agregó la organización.
Al respecto, el DHS cargó contra la Policía de San Bernardino por no arrestar al conductor y culpó a las leyes santuario de inmigrantes de California que evitaron la detención del inmigrante.
El incidente se dio dos días después que Carlos Roberto Montoya, de 52 años y oriundo de Guatemala, muriera atropellado en una autopista en la ciudad de Monrovia, al tratar de huir de una redada migratoria en una tienda Home Depot, la segunda muerte relacionada con los operativos emprendidos por la Casa Blanca en el sur de California.