Washington, 14 ago (EFE).- Estados Unidos condenó este domingo el ataque a disparos contra un autobús en las inmediaciones de la Ciudad Vieja de Jerusalén que dejó al menos cinco heridos estadounidenses, quienes están recibiendo asistencia consular.
“Nuestro equipo en Jerusalén ha estado trabajando de día y de noche para apoyar a las víctimas y a sus familias, y seguirá dando seguimiento de cerca a la situación”, dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price.
El funcionario explicó que Estados Unidos “condena enérgicamente el atentado terrorista fuera de la Ciudad Vieja de Jerusalén”, deseó una “pronta recuperación” a los heridos y afirmó que su país se mantiene “firme” al lado de Israel contra este ataque.
Price dijo que el embajador estadounidense en Israel, Tom Nides, ha estado en contacto con las familias de las víctimas y reivindicó que la seguridad de los estadounidenses en el extranjero es “la mayor prioridad” del Departamento de Estado.
Por su parte, Nides se declaró en redes “profundamente entristecido” por el ataque e informó de que ha hablado de la situación por teléfono con el líder de los demócratas en el Senado estadounidense, Chuck Schumer.
El servicio de emergencia israelí Magen David Adom anunció que siete personas resultaron heridas, dos de ellas en estado grave, en un ataque de arma de fuego esta madrugada contra un autobús en las inmediaciones de la Ciudad Vieja, aunque el Departamento de Estado estadounidense elevó la cifra a ocho.
Al menos cuatro heridos forman parte de una familia judía ultraortodoxa que llegaron el miércoles como turistas.
Aunque no se ha revelado la identidad del asaltante, las autoridades israelíes han calificado el ataque como un “atentado terrorista” cometido por palestinos, mientras que el grupo islamista Hamás lo ha celebrado como un “acto heroico de resistencia”.
El ataque tiene lugar una semana después del alto el fuego que puso fin a una escalada de tres días entre Israel y el grupo Yihad Islámica en Gaza, donde murieron 49 palestinos, incluyendo 17 niños.
Israel sufrió un ola de ataques palestinos entre marzo y abril, en los que murieron 18 personas; mientras que tropas israelíes intensificaron entre abril y julio sus redadas y operativos en Cisjordania ocupada, en los que murieron medio centenar de palestinos y unos mil fueron detenidos por supuestos vínculos con grupos armados.