Los Ángeles (EE.UU.), 23 sep (EFE).- El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció este martes que alrededor de 1,6 millones de inmigrantes se han autodeportado desde el pasado 20 de enero, aunque no presentó evidencias sobre esa masiva partida de extranjeros.
El DHS también informó que en lo que va del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, se ha deportado a casi 600.000 inmigrantes, lo que suma más de dos millones de extranjeros que abandonaron el país.
“Las cifras no mienten: 2 millones de inmigrantes indocumentados han sido expulsados o autodeportados en tan solo 250 días, lo que demuestra que las políticas del presidente Trump y el liderazgo de la secretaria (de Seguridad Nacional Kristi) Noem están dando resultados y garantizando la seguridad de las comunidades estadounidenses”, afirmó en un comunicado la subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin.
El DHS ha estado bajo presión para cumplir las metas de la mayor deportación nunca antes vista en Estados Unidos prometida por Trump en su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero.
El anuncio del DHS no incluyó pruebas o datos que demuestren que 1,6 millones de personas han salido del país voluntariamente en respuesta al clima migratorio creado por la Administración republicana.
No está claro si 1,6 millones de inmigrantes o una parte de ellos utilizaron CBP Home, una aplicación que permite a los indocumentados que salen del país registrarse para obtener un bono de 1.000 dólares y la posibilidad de regresar algún día a EE.UU. de forma legal, para comprobar que habían abandonado el país.
El último reporte de la organización Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Syracuse en Nueva York, muestra que para finales de agosto el número total de extranjeros arrestados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) parecía haberse estancado a finales de agosto, añadiendo dudas sobre la veracidad de los datos proporcionados por el Gobierno.
El número de arrestos diarios fue de 1.055 en agosto, un 14 % menos que el promedio de junio, cuando esa cifra ascendió a 1.124, según el informe de TRAC, basado en cifras oficiales.
El ICE está aún muy por debajo del nivel de 3.000 arrestos diarios ordenado en mayo pasado por la Casa Blanca, lo que aleja a las autoridades de haber detenido y deportado a alrededor de 600.000 inmigrantes.
En los centros de internamiento migratorios había un total de 61.226 inmigrantes peleando sus casos el 24 de agosto, según los datos de ICE citados por TRAC, y 182.584 familias eran vigiladas por monitoreo electrónico en esa fecha.
Con una reducción de hasta el 97 % de los cruces de indocumentados en la frontera suroeste de EE.UU. la cifra de deportaciones se concentra en los extranjeros que se encuentran dentro del país.
La cifras fueron anunciadas después de que Trump hizo de la lucha contra la inmigración uno de los puntos centrales de su discurso este martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas.