Washington, 10 jul (EFE).- Estados Unidos y México acordaron este miércoles una serie de medidas para proteger la cadena de suministro del acero y el aluminio en América del Norte con una subida de aranceles para frenar que países como China puedan introducir estos materiales en territorio estadounidense.
Ambos países acordaron nuevos requisitos para garantizar y proteger “que el acero que llega de México obtenga beneficios libres de impuestos solo si se funde y vierte en México, Estados Unidos o Canadá”.
En caso de que no procedan de México, los productos enfrentarán aranceles del 25 %, informó la Oficina de prensa de la Casa Blanca.
De manera similar, aquellas importaciones de aluminio de México que contengan “aluminio primario fundido o moldeado en China, Bielorrusia, Irán o Rusia” recibirán un arancel del 10 %.
Estas acciones conjuntas “ayudarán a garantizar la viabilidad a largo plazo de nuestras industrias del acero y el aluminio y la integridad de la integración del mercado del acero y el aluminio en América del Norte”, dijo por su parte en un comunicado la representante comercial de EE.UU., Katherine Tai.
Con ello, EE.UU. trata de poner freno a la entrada de acero y aluminio procedente de China a través de México, una acción que burla los aranceles que Washington aplica sobre esos materiales.
“Las políticas y prácticas no de mercado de China son todo menos justas y han conducido a la crisis global de exceso de capacidad no de mercado que plantea una amenaza existencial para nuestras industrias de acero y aluminio orientadas al mercado”, sentenció Tai.
La decisión de trabajar con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para impedir que China introduzca acero y aluminio en Estados Unidos a través de México, burlando así los aranceles que Washington impone sobre esos materiales, había sido avanzada por el presidente estadounidense, Joe Biden, a mediados del pasado abril.