Los Ángeles (EE.UU.), 27 ago (EFE).- El Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha reinstalado una antigua política de verificaciones vecinales como parte del proceso de investigación sobre los solicitantes de la ciudadanía estadounidense y la aprobación de cada caso.
En un memorando, al que ha tenido acceso CBS, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés) ha instruido a sus funcionarios a realizar verificaciones en el terreno, lo que incluyen entrevistas con vecinos o compañeros de trabajo del inmigrante.
En las últimas tres décadas USCIS eximió los requisitos de las investigaciones vecinales y se ha basado principalmente en verificaciones biométricas y de antecedentes penales realizadas por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) para obtener información relacionada con la buena conducta del solicitante y su elegibilidad para la naturalización.
Pero ahora el Gobierno Trump ha instruido a los funcionarios de USCIS a solicitar información adicional a los inmigrantes para decidir si realiza o no la investigación vecinal.
La información adicional incluye cartas de conocidos que puedan brindar información sobre la buena conducta del solicitante de naturalización, que servirán como evidencia en el caso.
La falta o negativa de un solicitante a proporcionar dicha evidencia puede dar lugar a una investigación vecinal, detalla el memorando emitido el pasado 22 de agosto.
El regreso de las verificaciones vecinales, que habían dejado de implementarse desde 1992, hace parte de la meta de la Casa Blanca para endurecer el escrutinio de extranjeros que soliciten beneficios migratorios.
La semana pasada USCIS anunció una actualización de los factores que se tendrán en cuenta para otorgar beneficios migratorios como el carácter moral, la actividad antiestadounidense, terrorista o antisemita que serán consideradas como puntos negativos y pueden derivar en la negación de la solicitud.
El Gobierno dijo que los extranjeros que solicitan la ciudadanía deben demostrar que “han sido y siguen siendo” personas de buen carácter moral.
“De ahora en adelante, los funcionarios del USCIS deben considerar los atributos positivos de un extranjero y no simplemente la ausencia de mala conducta”, explicó la agencia en el anuncio.
Los atributos positivos pueden incluir una participación comunitaria activa, logros educativos, vínculos familiares, un historial laboral estable y legal, y una conducta financiera responsable, como el cumplimiento de las obligaciones tributarias, entre otros.
Bajo la nueva política, los funcionarios también pueden ampliar la definición de factores descalificadores, si lo considera el funcionario, como infracciones de tránsito reiteradas.