Washington, 20 may (EFE).- Estados Unidos ha logrado “progresos significativos” con Arabia Saudí para incrementar la cooperación entre los dos países en materia de defensa, parte del “megapacto” que Washington impulsa desde hace meses y que podría conducir a la normalización de relaciones entre Israel y el reino saudí.
Estos avances se produjeron durante el encuentro que este fin de semana mantuvieron en Arabia Saudí el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, según explicó este lunes a la prensa John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Kirby dijo que el acuerdo “está más cerca que nunca” y que el texto en que el que se detallan los términos del mismo ya está “casi finalizado”.
El portavoz se negó a fijar una fecha para el anuncio oficial de esos acuerdos, pero aseguró que este fin de semana se consiguió un “progreso histórico” en los elementos del llamado “megapacto” que atañen tanto a Arabia Saudí como a Estados Unidos.
“Creemos que, después de este fin de semana, hemos logrado un conjunto de textos prácticamente definitivos sobre algunos de esos acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y Arabia Saudí”, enfatizó Kirby.
En un tono similar se ha pronunciado el Gobierno saudí, que este domingo, a través de la agencia oficial SPA, indicó que el borrador de los “acuerdos estratégicos” ya está “casi terminado”.
No se han hecho públicos aún los detalles de este “megapacto” que Washington lleva meses impulsando y que pasó a un segundo plano tras el ataque del 7 de octubre del grupo islamista Hamás, que causó 1.200 muertos y desencadenó una ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza con más de 35.000 víctimas mortales.
Sin embargo, esas negociaciones se han reactivado en los últimos días y han cobrado mayor importancia en el marco de las conversaciones para poner fin a la guerra en Gaza y reconstruir el enclave.
Concretamente, según los detalles revelados por medios estadounidenses, los avances se han producido en las negociaciones entre Arabia Saudí y Estados Unidos para la firma de un pacto de defensa que permita al reino saudí reforzar su posición frente a Irán, al que considera la principal amenaza en la región.
Ese pacto permitiría a Riad acceder de forma duradera a armas avanzadas, sin que su transferencia se vea interrumpida por incidentes diplomáticos, como intentó hacer parte de la bancada demócrata del Congreso estadounidense tras el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi.
Arabia Saudí también ha presionado para que el acuerdo le permita enriquecer uranio, aunque Washington podría imponer algunas condiciones para evitar que se abra la puerta a un posible programa de armas nucleares.
A cambio de esas concesiones, Arabia Saudí aceptaría limitar la tecnología china en sus redes más sensibles, en lo que es percibido como un intento de Washington por limitar el impacto del gigante asiático en la región.
Una vez que Washington y Riad lleguen a un acuerdo, el siguiente paso sería conseguir que Israel acceda a crear un Estado palestino y poner fin a la guerra en Gaza.
Sin embargo, la creación de ese Estado palestino parece incompatible con las posiciones políticas del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien se ha opuesto públicamente a ello y cuya permanencia en el poder depende del apoyo de políticos de extrema derecha que respaldan la creación de más asentamientos israelíes en territorios que los palestinos reclaman como propios.