Washington, 3 jun (EFE).- Estados Unidos defendió este martes la labor de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), que distribuye ayuda en el enclave con respaldo de Washington en medio de las fuertes críticas de grupos internacionales, al tiempo que avanzó la apertura de cuatro nuevos centros de reparto.
En una rueda de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, insistió que la GHF ha “distribuido siete millones de comidas hasta la fecha” en “una zona de guerra donde nunca habrá una dinámica perfecta”.
Bruce aclaró que aunque la Fundación “no recibe financiación directa” de Estados Unidos, sí cuenta con el respaldo de la Administración del presidente, Donald Trump.
“No existe la perfección bajo ninguna circunstancia. Nos gustaría que (la distribución de ayuda) fuera aún mayor. Y va a ir aumentando. Creo que habrá cuatro puntos de distribución más, que también incluirán el norte de Gaza”, dijo Bruce.
Según medios estadounidenses, el Boston Consulting Group (BCG) abandonó la asesoría de logística de la Fundación en el terreno, algo que dificultaría seriamente las operaciones del grupo y que coincide con la renuncia de dos importantes directivos de la organización y los reportes de violencia alrededor de los centros de reparto.
Tras once semanas de bloqueo que impidió la entrada de alimentos y otros artículos esenciales, la GFH comenzó a repartir comida el pasado 27 de mayo en el enclave sitiado, en medio de una de las peores crisis humanitaria de su historia, tras la ofensiva de Israel que siguió a los ataques sorpresa de Hamás del 7 de octubre de 2023.
De los tres puntos de entrega que operaba en un inicio, hoy solo se mantiene abierto uno, en el sur de la Franja, lo que empuja a los gazatíes a moverse a esa zona para buscar alimentos. Al menos 27 personas murieron y más de cien resultaron heridas este martes mientras esperaban recibir la ayuda, confirmó el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Preguntada sobre las víctimas gazatíes, la portavoz del Departamento de Estado subrayó que el Ejército israelí mantiene una investigación abierta sobre los sucesos y afirmó que los soldados “no tendrían que estar en los puntos de distribución si Hamás depusiera las armas y liberara a todos los rehenes y los cuerpos que retiene”
Organizaciones humanitarias y la ONU se han desvinculado de la labor de la Fundación. Médicos sin Fronteras la acusan de usar la distribución de ayuda como “una estrategia más amplia de limpieza étnica en la Franja de Gaza”.
Los siete millones de comidas distribuidas en ocho días de operaciones de la Fundación aún no son suficientes para alimentar debidamente a los habitantes de la Franja, argumentan estos grupos.