Washington, 11 may (EFE).- Estados Unidos justificó este jueves las medidas de “contención” contra algunos migrantes en vuelos de deportación, porque en ocasiones se ponen “violentos”, después de que algunos colombianos repatriados hayan denunciado malos tratos por parte de agentes estadounidenses en esos trayectos.
“No es algo que nos guste hacer, por eso pedimos a los migrantes que no se pongan violentos en estos vuelos”, dijo en una rueda de prensa telefónica el subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Núñez-Neto.
Los vuelos de deportación desde Estados Unidos a Colombia se reanudaron el miércoles tras la polémica surgida la semana pasada por la denuncia de supuestos tratos denigrantes hacia los migrantes.
Núñez-Neto afirmó desconocer ese caso concreto, pero aseguró que Estados Unidos se toma “muy en serio” las alegaciones de maltrato y que todas ellas se investigan.
Pero también subrayó que ha habido “incidencias de violencia o desorden en muchos o algunos vuelos de repatriación y que a veces se ha necesitado contener a las personas en los vuelos”.
El director general de Migración Colombia, Fernando García, se refirió el pasado jueves a la existencia de “quejas recurrentes sobre las malas condiciones en los centros de detención y de maltrato durante los vuelos”.
El propio García destacó el “uso de elementos restrictivos como esposas en pies y manos, incluso en las mujeres madres de familia”, además de anunciar la cancelación, por parte de las autoridades migratorias estadounidenses, de los vuelos previstos para el 1 y 2 de mayo, en los que volverían unas 1.200 personas.
Todos los ojos están puestos en la política migratoria de Estados Unidos ante el levantamiento este jueves del Título 42, la política de expulsiones exprés de migrantes en la frontera que se ha aplicado desde el estallido de la pandemia de covid-19 en 2020.
Washington prevé un aumento de los flujos migratorios de la región hacia Estados Unidos, por lo que ha anunciado nuevas restricciones y ha insistido en el mensaje de que la frontera no está abierta.