Los Ángeles (EE.UU.), 10 jun (EFE).- El presidente de Colombia, Iván Duque, llamó a los países de las Américas a tener una política migratoria “más uniforme” que busque abordar los flujos demográficos dotando a los migrantes de sus derechos fundamentales.
Durante su primera intervención en la sesión plenaria de la IX Cumbre de las Américas celebrada estos días en Los Ángeles, Duque recordó que su país ha acogido a más de 1,8 millones de venezolanos, y ha impulsado un plan de regularización que les otorga “todos sus derechos excepto los políticos.
“Quiero también hablarles de otro valor, la fraternidad frente al fenómeno migratorio. Son muchos los ciudadanos que con frío en los huesos, con desesperanza y tristeza, cruzan fronteras esperando abrigo”, apuntó el mandatario.
“Hemos demostrado que se puede hacer una política migratoria sólida fraterna e incluyente, inclusiva, sin caer en esas dolorosas realidades que viven otras latitudes de xenofobia o de indiferencia”, subrayó el mandatario, que concluye su Gobierno el próximo 7 de agosto.
Duque agradeció los esfuerzos de acogida del Gobierno de Guillermo Lasso, en Ecuador, y de Luis Abinader, en República Dominicana.
“Hoy queremos invitar a todo el hemisferio a que tengamos esa política migratoria. Ojalá cada vez más uniforme, pero nunca dejar de denunciar la causa de esos fenómenos”, dijo en alusión al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
De hecho, está previsto que el compromiso más importante que salga del encuentro hemisférico sea la “Declaración de Los Ángeles”, diseñada para realinear los esfuerzos sobre la inmigración legal y miticar los flujos demográficos ilegales.
“NO HAY PLANETA B”
Duque insistió además en la “urgente necesidad de enfrentar la crisis climática” y avanzar de manera conjunta en la protección del planeta.
“No hay un planeta B, pero tampoco podemos esperar a que los mayores causantes de esta crisis respondan con toda su fuerza. Aunque nuestras naciones no son las mayores emisoras, tenemos que liderar con el ejemplo, por eso la protección de la Amazonía, de los arrecifes coralinos, la protección de nuestros páramos, es un deber moral en un país como Colombia que tan solo representa el 0,6 % a las emisiones de gases efecto invernadero, pero que es uno de los países más amenazados por los efectos de la crisis climática”, aseveró.
El mandatario colombiano delineó algunos de sus esfuerzos climáticos, como la planta masiva de árboles o la ampliación de reservas del territorio protegido, pero pidió una estrategia financiera colectiva, con la capitalización de los banco multilaterales de la región.
“Estas herramientas no solamente pueden estar centradas en préstamos, es necesario que liberemos espacios fiscales a través de los canjes de deuda por Acción Climática, especialmente con los países del Caribe, y que podamos desarrollar un sistema de financiamiento a largo plazo y en buenas tasas”, apuntó.
Duque planteó “un debate necesario en la comunidad internacional” vinculado con “el precio de cada tonelada de CO2”.
“Porque no puede ser que con el esfuerzo en nuestros países, el precio que se nos paga sea diametralmente opuesto al que se paga en otras latitudes que han contribuido en el pasado mucho más a esta crisis climática”, sentenció.