Nueva York (EE.UU.), 20 mar (EFE).- Draymond Green se encaró este miércoles con Santi Aldama durante el partido entre los Golden State Warriors y los Memphis Grizzlies en el que el español brilló con 27 puntos y se quedó a uno solo de igualar su mejor anotación en la NBA.
Aldama logró 27 puntos (9 de 18 en tiros de campo, 6 de 12 en triples), 9 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y un tapón.
Se quedó así a un solo punto de los 28 tantos que consiguió en noviembre contra los Boston Celtics y con los que estableció su récord de anotación en la NBA.
Más allá de su gran actuación, Aldama fue protagonista de este encuentro ante Golden State por su incidente con Green.
Con 6.52 para el descanso, el español capturó un rebote ofensivo y metió una canasta delante del pívot de los Warriors.
Ambos jugadores chocaron con la jugada yendo ya hacia la otra canasta, pero Green le puso justo después las manos al español en el pecho y le agarró de la camiseta mientras negaba con la cabeza.
El rifirrafe no fue a mayores pero el banquillo de los Grizzlies, tras pedir tiempo muerto una vez que Moses Moody firmó un triple para los Warriors en la siguiente posesión, protestó a los árbitros que no hubieran pitado nada por esa acción de Green.
Tanto Aldama como Taylor Jenkins, entrenador de Memphis, mostraron su enfado ante los árbitros.
Durante ese tiempo muerto, Green y Desmond Bane también se encararon y después de algunos empujones con más jugadores alrededor Jenkins acabó en el suelo.
Los árbitros revisaron el vídeo de todo lo sucedido y pitaron una técnica a Green y otra a Bane. El partido continuó a continuación y acabó con triunfo de Golden State por 137-116.
Imprescindible en los Warriors junto a Stephen Curry y Klay Thompson, Green tiene un largo historial de acciones muy polémicas y controvertidas.
Contando solo las de esta temporada, en noviembre agarró por el cuello con una llave a Rudy Gobert en una tangana en el duelo contra los Minnesota Timberwolves, una expulsión por la que recibió además una sanción de cinco partidos por parte de la NBA.
Más serio aún fue el manotazo que Green le dio en la cara a Jusuf Nurkic (Phoenix Suns) en diciembre, un grave incidente que le llevó a una suspensión indefinida de la NBA por la que acabaría perdiéndose 16 partidos.